Narcotráfico
Operación Pisonova: tabaco con restos de rata y blanqueo de capital
El juez trabaja en imputar delitos económicos ante las múltiples propiedades del clan
De la operación Pisonova, desarrollada en las provincias de Sevilla y Cádiz, ha trascendido la detención de doce personas, en su primera fase, pertenecientes a una organización dedicada al contrabando de tabaco dividida en tres clanes. Se incautaron 60.000 cajetillas, diez vehículos, seis armas de fuego reales y 13 simuladas y 166.000 euros. Según pudo saber LA RAZÓN de Sevilla de fuentes próximas al caso, entre otros componentes, se halló «excremento de rata» en el tabaco ilegal falsificado. Al cargo de la operación se encuentra el juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla, el mismo que se encargó de la investigación de, entre otros, el caso Marta del Castillo. El juez Francisco de Asís Molina, según pudo saber este diario, aparte de un supuesto delito contra la salud pública y el comercio ilegal de tabaco, trabaja en la imputación de blanqueo de capitales.
El elevado nivel de vida de los cabecillas de la organización es la base de este posible delito económico. Según pudo saber este periódico, la base de la organización, formada por un matrimonio, cuenta con numerosas posesiones. Aparte de los pisos registrados –uno en Tomares y otro en Carretera de Carmona–, la pareja dispone de fincas de considerable extensión en el Rocío. Televisores de alto nivel adquisitivo en los domicilios y objetos de gran valor fueron algunos de los elementos hallados en los registros de los domicilios. El hecho de que no conste actividad laboral alguna del matrimonio en los últimos años es el hilo del que tira el juez para la imputación del delito de blanqueo de capitales.
La investigación comenzó hace varios meses, según informó la Guardia Civil, tras conocer el Instituto Armado la existencia de un clan perteneciente a una organización criminal «perfectamente estructurada y jerarquizada» en la zona del Aljarafe dedicada al contrabando de tabaco, que presuntamente surtía a la provincia de material. Tras las investigaciones, la Guardia Civil comprobó que el grupo, concentrado en el Aljarafe, trabaja con distribuidores de otros clanes en la Línea de la Concepción y la capital hispalense.
Según la Benemérita, el entramado movía gran cantidad de cajas de tabaco de forma muy rápida para evitar la acción policial, permaneciendo la mercancía muy poco tiempo en los pisos francos.
En la primera fase se obtuvieron nueve mandamientos de entrada para los registros en la capital (varios en La Corza, Carretera de Carmona y Licenciado Calderas), Tomares, Castilleja de la Cuesta, Pilas, Mairena del Aljarafe, Camas y en la Línea de la Concepción. También se inspeccionaron varios establecimientos.
En enero, se dio otro gran golpe al contrabando con la operación Platanera. Se incautaron 123.500 cajetillas en Los Molares, Utrera, Umbrete, Paradas, Marchena, Carmona y Dos Hermanas.
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