Sobre el debate catalán: «Si no se habla con un hermano, se va de casa»

Andaluz en Cataluña y catalán en Andalucía, con raíces en la Sierra Norte, «hombre puente providencial –así le presentó Carlos Herrera– de los que tienden lazos entre comunidades».

Andaluz en Cataluña y catalán en Andalucía, con raíces en la Sierra Norte, «hombre puente providencial –así le presentó Carlos Herrera– de los que tienden lazos entre comunidades». «Más Lara, a veces; y otras más Bosch», el presidente del Grupo Planeta desglosó ayer el asunto catalán en el club Antares. «Catalunya» se tituló una intervención carente de papeles, sobrada –comentaban los asistentes a la salida– de «sentido común». «Hablen, por favor», solicitó el empresario como solución a los desafectos hispanocatalanes.

Lara acostumbra no rehuir cuestiones controvertidas. No decepcionó. «Sí tenemos rabo los catalanes», contravino a Carlos Herrera después de desmontar éste el estereotipo de demonio de los «melancólicos septentrionales». Igual dice Lara en Barcelona que Cataluña es España, que en Madrid o Sevilla que hay que dialogar con Cataluña. «Catañón, Pedrolonés, Basteceño», jugó con las raíces de El Pedroso y Barcelona. El empresario, que aboga por el pragmatismo, no concibe la pérdida de tiempo con las merinas cuando el rebaño apenas tiene qué pastar. Consenso, acuerdos, política de Estado. Lara defendió el interés general, dejando de lado el partidismo y el «electoralismo».

Cuando Lara Bosch «tenía tiempo para el fútbol» y era consejero del entonces Español –con ñ–, surgió el debate sobre si un equipo de Barcelona podía llamarse así. «Le pusimos la 'Y' porque somos españoles que hablamos catalán». «La manera más real de integrarse pasa por ser español con 'ny'».

El presidente del Grupo Planeta se mostró contrario a recortes de competencias pero a favor de la aplicación del sentido común, de la racionalización de los recursos. «¿Para qué quiere una comunidad una Policía o las cárceles?». El empresario mostró su preocupación con los radicalismos. Si el 80% quiere la independencia de Cataluña, sea. Si es el cincuenta y poco, trauma a la vista. «Prefiero que sea el 80%», para ahorrar dolor en el camino y «fractura social». Ahora mismo, explicó, hay «un 15-25% que se siente catalán; un 5-15%, que se siente español; y 80% que es catalán y español». «Eso no debe dar miedo». «El nacionalismo es un sentimiento» y, por tanto, «más difícil de gestionar que «una ideología». Aparte es «un arma electoral en toda España». La tercera parte del cuadro –que «es como se siente» no sólo como se ve, corrigió también a Herrera– es «el maltrato fiscal». «No importa si tienen razón o no. Si un hermano se siente maltratado, si no se habla con él, el problema se agrava y se va de casa», subrayó. «Hablen, por favor». A quien corresponda. Lara indicó que el último pacto fiscal «no se ha cumplido», ni con PSOE ni PP. «El concierto resulta imposible y se habló de acuerdo fiscal, pero cumplamos el pacto de 2007», dijo. «Es casi imposible cualquier independencia dentro del euro», recordó, advirtiendo que «no hay experiencia similar» a la catalana.

En resumen: «Deselectoralizar el tema», «pactar», «cumplir», «aprender a explicar», «igualdad de dinero pero no tiene por qué de transferencias», «seguimiento de los fondos de competitividad y por objetivos», «sentarse sin ruidos».