Arqueología
La última pista de Nabucodonosor en Madrid
Un ladrillo de adobe de la época del rey de Babilonia, una pieza única en el patrimonio arqueológico español oculta hasta ahora en la universidad San Dámaso, impulsa un congreso internacional
Se trata de una pieza única en el patrimonio arqueológico español por su datación y lugar de procedencia. Y está en Madrid. Para ser más exactos, en la Universidad San Dámaso, situada junto al Viaducto. Es un ladrillo de adobe del tamaño de algo menos de una cuartilla (18,5 x 14 x 3 centímetros), de la época de Nabucodonosor II, que ha estado oculto desde que, en el año 2016, el Centro de Documentación San Justino, perteneciente a esta universidad, lo compró en una subasta.
Ahora, la universidad, que cuenta con los mayores expertos en lenguas como el sumerio, hebreo, armenio, georgiano, siriaco o acadio, pone de máxima actualidad al rey de Babilonia, que precisamente ha dado mucho juego en todos los ámbitos: en el cine se tomó su nombre para bautizar la nave del personaje Morfeo de la trilogía Matrix; a Verdi le inspiró una opera; Sadam Hussein nombró a una de sus divisiones militares Nabucodonosor y, hasta en la botánica, hay un tipo de lirio que toma su nombre, por poner sólo unos ejemplos. Ahora, el ladrillo de adobe de Nabucodonosor es motivo en Madrid de un congreso internacional, que se celebran los días 18 y 19 de noviembre con el nombre de «Judíos en Babilonia», donde se presenta este documento contemporáneo del rey babilónico (604-562 a. C.).
«Sabíamos que pertenecía al reinado de Nabucodonosor II de Babilonia, por lo que conocíamos su datación, pero también éramos conscientes de que no se trataba de una tablilla cuneiforme «normal», sino que era más bien un ladrillo. Este tipo de documentos son más grandes, se hacían mediante una impresión con una plancha y están destinados a consignar hechos dignos de ser recordados», explica Daniel Justel, profesor e investigador de acadio y sumerio en la Universidad San Dámaso y la persona que se encargará de presentar el documento.
¿Y qué pone en el baldosín en escritura cuneiforme y lengua acadia? Justel explica que su fin era, sobre todo, propagandístico. En él se da cuenta de que Nabucodonosor II, rey de Babilonia, se encargó del mantenimiento de dos importantes templos. «Como otros monarcas de esa y otras épocas, se cuidó muy mucho de dar publicidad a las hazañas que llevaba a cabo. Una de ellas fue la restauración, embellecimiento y en definitiva el mantenimiento de los templos dedicados a los principales dioses mesopotámicos. En la inscripción se habla de dos templos, el Ezida y el Esagila. El primero se situaba en la ciudad de Borsippa, y estaba dedicado al dios de la escritura, Nabû. El segundo, el Esagila, pertenecía al complejo de Babilonia, justo en el centro neurálgico de la ciudad. Estaba dedicado al dios más importante acadio, Marduk, y su emplazamiento era privilegiado: a metros del río Éufrates y del zigurat Etemenanki, la bíblica Torre de Babel».
Al parecer, el documento es similar al que puede encontrarse en otros museos internacionales, como el Británico, aunque para los organizadores lo más importante no es sólo su singularidad en España, sino el enfoque que se le ha dado a su estudio, que va más allá de lo asiriológico. En realidad, la Facultad de Literatura Cristiana y Clásica San Justino quiso realizar no sólo un estudio lingüístico de la pieza, sino avanzar un paso más: hacer una reflexión en torno al exilio babilónico. «Este acontecimiento significó la salida de numerosos judíos de Jerusalén rumbo a Babilonia, deportados por Nabucodonosor II. La experiencia conformó la identidad del pueblo judío en siglo VI. a. C. El congreso abre un rango interesante de aproximaciones a esta realidad, desde lo exegético hasta lo teológico, poético, artístico o incluso músico». El congreso contará incluso con el estreno absoluto de «En torno a Sión», un concierto de arpa y flauta compuesto para la ocasión por Sebastián Mariné.
A partir del evento, el documento se expondrá en una vitrina en la Universidad San Dámaso. Irá acompañado de un panel explicativo con la información más importante sobre la pieza que forma parte de las rarezas que se pueden encontrar en Madrid.
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