Cine

Metro de Madrid

El Metro, escenario de película

Los rodajes en el suburbano madrileño se duplicaron en 2019 respecto al año anterior. El auge de plataformas digitales como Netflix dispara las producciones televisivas y cinematográficas en la capital

Rodaje en el Metro de Madrid
Rodaje en el Metro de MadridMetroLa Razón

Óscar Ladoire esperando impaciente a su prima en la estación de Ópera, en, valga la redundancia, «Ópera prima» (1980), debut tras las cámaras de Fernando Trueba. Ana Torrent, incapaz de apartar la mirada ante un cadáver arrollado en las vías en «Tesis» (1996), dirigida por un veinteañero Alejando Amenábar. Cecilia Roth maquillándose en un vagón en Aluche, preparándose para una nueva actuación en aquel «Todo sobre mi madre» (1998) dirigido por un oscarizado Pedro Almodóvar. Los adolescentes de «Barrio» (1999), de Fernando León de Aranoa, entonces ganador del Goya, recorriendo la estación fantasma de Chamberí y descubriendo un submundo que creían extinto... Y podríamos retroceder mucho más atrás en el tiempo. Estos son solo algunos ejemplos contemporáneos que ilustran cómo una buena parte de la historia del cine español se ha subido al Metro de Madrid para ambientar sus relatos. Cine social, comedia, drama, romance «thriller», terror... sus cerca de 300 kilómetros, 3000 estaciones, 2.300 coches y 15 líneas han constituido un plató inmejorable a lo largo de los cien años de vida del suburbano, a la vez que han dado fe de los cambios sociales experimentados a lo largo de las últimas décadas. Y lejos de agotarse, este escenario va al alza con cada año que pasa.

En 2019, Metro de Madrid acogió un total de 26 rodajes y a cerca de 1.600 profesionales del sector audiovisual. Según informa la Consejería de Transporte, Movilidad e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, presidida por Ángel Garrido, supone la mejor cifra registrada en los últimos cinco años, llegando a duplicar el número de proyectos audiovisuales que se registraron en nuestro suburbano a lo largo de 2018. Entre las estaciones más demandadas, se encuentran Callao, Banco de España, Paco de Lucía, los túneles de Noviciado y Goya, así como las ya citadas de Ópera y Chamberí. La Nave de Motores de Pacífico también ha servido de escenario para estas tramas.

El auge de las plataformas digitales y las ficciones de producción nacional parecen haber sido factores determinantes para experimentar este auge. A lo largo del año pasado, Metro mantuvo contacto con más de 170 productoras y gestionó 97 solicitudes de cortos, largometrajes y series para plataformas como Movistar TV, Netflix, HBO y Amazon, así como para RTVE.

¿Dónde veremos entonces próximamente al Metro de Madrid? Sobre todo, en la pequeña pantalla. En total, se han rodado 11 series en el suburbano. Entre ellas destaca «La casa de papel», la exitosa serie de Atresmedia distribuida por Netflix que estrenará en breve cuarta temporada, en la que sabremos cómo termina el nuevo «golpe» perpetrado por sus protagonistas. También ha visitado sus andenes el equipo de «Vergüenza» (Movistar +), protagonizada por la cómica y química pareja que conforman Javier Gutiérrez y Malena Alterio. Otra comedia, «El pueblo» (Mediaset), con Santi Millán, Carlos Areces e Ingrid Rubio, y «Dime quién soy», drama de época con Irene Escolar y aún pendiente de estreno, han sido otras de las producciones que mostrarán la red madrileña.

Por otro lado, se han rodado cuatro películas. La más destaca de todas es «Way down», último trabajo de Jaume Balagueró, maestro del terror patrio gracias a los filmes de la saga «Rec» (2007), y que narrará un minucioso atraco para hacerse con un tesoro custodiado en el Banco de España. Metro ha colaborado asimismo en «Un efecto óptico», con Pepón Nieto y Carmen Machi, «Lo efímero» y «Explota mi corazón». Mientras, el mundillo publicitario se ha asomado a las vías para rodar un total de 11 spots. Entre ellos, los correspondientes a marcas como Coca Cola, ING y Samsung.

Un «icono»

Para el consejero de Transportes, Ángel Garrido, «Metro de Madrid es más que un medio de transporte: es un icono. No se podría entender la ciudad de Madrid sin Metro; ni Metro sin Madrid. Por eso, casi desde sus inicios, ha sido uno de los escenarios favoritos para los cineastas. Y gracias a la gran pantalla o a la televisión, hemos podido ir viendo la evolución del Metro, de sus vestíbulos, de sus andenes y trenes, en paralelo a la transformación de Madrid y de los propios madrileños». Prueba de su importancia es el hecho de que uno de los documentales del año, «La ciudad oculta», crónica de Víctor Moreno sobre las entrañas de una gran ciudad, fuera galardonada en la última edición de los Premios Feroz.

Así, según aseguran desde la Consejería, el organismo Film Madrid, Oficina de Promoción de Rodajes de la Comunidad de Madrid, busca fortalecer la industria audiovisual madrileña. Por ello, se está ofreciendo información práctica a todas productoras y a todos aquellos profesionales que escogen la región como escenario para sus rodajes. Y es que, afirman, los 179 municipios que conforman la Comunidad se distinguen por la «variedad y versatilidad de sus localizaciones: paisajes urbanos, rurales e históricos, naturaleza viva, etc. No solo para las grandes productoras: el objetivo es «abrir» los espacios de ámbito público también para las empresas audiovisuales más modestas. En 2019, Film Madrid ha atendido más de 180 rodajes y ha ejercido de asesor en más de 400 consultas.

José Luis López Vázquez y Julia Gutiérrez Caba en la estación de Sevilla durante el rodaje de «Un millón en la basura» (1967)
José Luis López Vázquez y Julia Gutiérrez Caba en la estación de Sevilla durante el rodaje de «Un millón en la basura» (1967)larazonTELEMADRID

Un Madrid en blanco y negro

Las décadas de los 50 y de los 60 resultan especialmente interesantes a la hora de descubrir aquel suburbano que entonces no pasaba del medio siglo. Curiosamente, en algunos casos estamos ante obras clave de nuestra cinematografía. Es el caso de «Atraco a las tres» (1962), irrepetible reunión de nuestros mejores cómicos, donde vimos a Gracita Morales subir apresurada las escaleras de la boca de Ventas y ser arrasada por una avalancha de personas. O también de la que constituye una de las obra maestras del cine español: «El verdugo» (1964). En aquella tragicomedia de Berlanga, cinta muy crítica con la pena de muerte y que sorteó milagrosamente la censura, Nino Manfredi, aspirante a verdugo a su pesar, va en busca de su «maestro» Pepe Isbert para devolverle un maletín con sus «útiles» de trabajo.