Jose Luís Almeida, alcalde de Madrid durante una entrevista a La Razón

La capacidad de empatía que demostró Carmena como alcaldesa nos ha inspirado

LA RAZÓN publica la segunda parte de la entrevista con el alcalde de la capital, en la que da las claves de cómo se pactaron los presupuestos con Vox y relata cómo cambiará la fisonomía de la ciudad a lo largo de este año a pesar de la emergencia sanitaria

No ha sido ni mucho menos un año fácil 2020 para el alcalde de una de las ciudades más golpeadas por la pandemia. Sin embargo, reconoce mantener intactas las ganas por seguir poniendo en marcha el proyecto de su Gobierno para la capital. Seguramente las circunstancias impuestas por la covid-19 ha provocado que Martínez-Almeida haya intensificado su trabajo en la calle, patearse los barrios y los distritos en los peores meses del confinamiento, pero también después. En la entrevista con LA RAZÓN, reconoce que lo más le impactó durante la fase más dura de la primera ola fue «el silencio», caminar por las calles sin escuchar apenas ruido. Al 2021 le pide dejar atrás esta pesadilla. Es consciente, no obstante, que las huellas que dejará la pandemia, especialmente en lo que tiene que ver con las consecuencias económicas para muchas familias y negocios, tardarán mucho tiempo aún en superarse.

–El año 2020 terminó con la aprobación de los nuevos Presupuestos para este curso gracias a su acuerdo con Vox. ¿Tiene buena sintonía con el portavoz de esta formación en el Ayuntamiento, Javier Ortega Smith?

–Sí. De él valoro una cosa sobre todo: siempre va de cara. Podrá estar acuerdo contigo o en desacuerdo, podrá plantear cosas que yo no vea, o que sí vea. Pero Javier Ortega Smith es una persona que siempre va de cara, y eso siempre es de agradecer.

–Cuando era líder de la oposición frente a Manuela Carmena, criticó las negociaciones entre Ahora Madrid y PSOE porque las enmiendas socialistas tenían muy poco peso en el global del presupuesto. Ahora sucede algo similar: las enmiendas que ha introducido Vox carecen de peso... ¿Estas negociaciones acaban siendo un «teatrillo»?

–No. Vox nos presentó un documento que contenía 43 cuestiones sobre las que trabajar en los presupuestos. Unas tenían un impacto presupuestario, otras tenían un contenido más político, sin tanto impacto, pero formaban parte del acuerdo para aprobar los presupuestos. Y en ese sentido ha habido una negociación de buena fe, en la que Vox ha planteado sus propuestas, sus exigencias, que en la mayor parte han sido aceptadas por este equipo de Gobierno. En todo caso, habría que preguntarle a Vox si consideran que sus mociones no han tenido peso. Ha sido una negociación muy directa, abierta y sincera.

–Usted gobierna con Ciudadanos en el Consistorio. En estos últimos meses, a nivel nacional, Cs se prestó a apoyar al Gobierno de Sánchez en cuestiones como los presupuestos, mientras que el presidente negociaba con Bildu. ¿Le ha reprochado esto a la vicealcaldesa Villacís?

–Desde un punto de vista político es un movimiento equivocado. Pero no voy a criticar a Cs por eso. Es un partido que quiere lo mejor para los españoles. Puede tener planteamientos equivocados, pero es legítimo que intentara llegar a acuerdos con Pedro Sánchez. Todos sabíamos que era imposible, que Sánchez ya tenía elegidos sus socios. Pero no voy a criticar a Cs. Como el PP con sus decisiones, Ciudadanos busca lo mejor para España y los españoles. En ese sentido coincidimos.

–Volviendo a junio de 2019. Cuando fue elegido alcalde, tendría una hoja de ruta. ¿Qué queda de aquello después de que todo haya saltado por los aires? ¿Cómo se plantea estos tres años que restan?

–Quiero decir a los madrileños que el proyecto de futuro de Madrid pasa por dos ejes básicos: la digitalización y la sostenibilidad. Y que tienen un equipo de Gobierno que no ha dejado de gestionar en ningún momento esta ciudad. Pongo un ejemplo: nunca se había llevado a cabo una operación asfalto como la de este año. Más de 50 millones de euros para más de 700 calles. Y todo eso, gestionando una pandemia. Les diría a los madrileños que estén tranquilos. Este equipo de Gobierno tiene capacidad para gestionar y lo va a seguir haciendo. Vamos a seguir aumentando la inversión en infraestructuras y en obra pública, vamos a aumentar en más de 80 millones el presupuesto de licitación de los contratos de limpieza para cerrar definitivamente esta época en la que, lo sabemos, Madrid no está lo suficientemente limpia. Al mismo tiempo, vamos a actuar en obras emblemáticas como el Nudo Norte. Pero, sobre todo, en esos dos ejes esenciales de cualquier ciudad, digitalización y sostenibilidad. Y queda la ilusión intacta de este equipo de Gobierno por seguir trabajando por Madrid.

–En los peores meses de la pandemia, ¿ha recibido las llamadas de los anteriores alcaldes?

–Sí. De todos. Todos han tenido un comportamiento impecable. Se lo agradecí enviándoles de puño y letra un «christmas» a cada uno, diciéndoles personalmente aquello en lo que más me habían ayudado en mi labor como alcalde. Y esto, con todos los alcaldes, sin excepción.

–¿Cómo respondió a Manuela Carmena?

–Le agradecí sobre todo la capacidad de empatía y de cercanía que demostró como alcaldesa. Algo que, en cierto modo, también nos ha inspirado.

–Trasladémonos un año en el futuro, a enero de 2022. ¿Qué encontrarán diferente los madrileños en la ciudad?

–Cuando acabe 2021, desde un punto de vista de la fisonomía de la ciudad, los madrileños van a ver el Nudo Norte prácticamente concluido, la reforma de Plaza de España acabada antes del verano, las obras de cubrimiento de la M-30 a su paso por el Calderón iniciadas... Por otra parte, vamos a seguir con esa operación asfalto, con más de 50 millones de euros para seguir renovando el pavimento de las calzadas de la ciudad, vamos a seguir trabajando en una «operación aceras» que hemos emprendido por primera vez, con una inversión de más de 40 millones de euros. Y, por tanto, vamos a seguir combinando obras e infraestructuras que son imprescindibles para la ciudad con la gestión de nuestro día a día. Y eso, confiando en que a finales de 2021 o principios de 2022, físicamente se empiece a trabajar en la mayor operación de transformación urbana de la ciudad que será Madrid Nuevo Norte.

–Junto a los presupuestos de la ciudad aprobados en tiempo y forma por segundo año consecutivo, otro hito de 2020 fue la aprobación de los Acuerdos de la Villa entre todos los grupos, desde Más Madrid a Vox. ¿Cómo fue posible poner a todos de acuerdo en torno a esa idea?

–Por dos cuestiones. En primer lugar, por el liderazgo del Gobierno. Y en segundo lugar, por la generosidad de la oposición. Si un Gobierno debe ejercer el liderazgo, y entendemos que somos los que tenemos la responsabilidad, estamos obligados a decirle a la oposición: «Aquí estamos, vamos a daros todas las explicaciones, vamos a aceptar todas las críticas». No entendemos que la lealtad consista en decir que «sí» a todo, sino en plantear en qué cosas podemos mejorar. En una fecha tan temprana como el 12 de marzo, hicimos una declaración institucional conjunta, impulsada por este Gobierno, junto con los portavoces de la oposición. A partir de ahí, nos reunimos todas las semanas con los portavoces. Aceptamos todo lo que nos decían, les dábamos toda la información que nos pedían. Y eso requería de la generosidad de la oposición de entender que era el momento de unir fuerzas. Eso se lo tengo que agradecer muy profundamente. Esas dos cuestiones, junto con la toma de conciencia tanto en Gobierno como en oposición de que tenemos que estar a la altura de los madrileños y su sufrimiento, son los ingredientes que contribuyeron a producir estos acuerdos. A nivel nacional, no ha habido liderazgo por parte del Gobierno. Generosidad por parte de la oposición y del PP sí ha habido. Se votaron la mayor parte de los estados de alarma. Se votó el Real Decreto de la «nueva normalidad». Se votó a favor del ingreso mínimo vital. Se votó a favor de las conclusiones de la Comisión de Reconstrucción. El comportamiento parlamentario del PP ha sido de apoyo en general al Gobierno. Lo que ha faltado es el liderazgo de Pedro Sánchez. Debemos preguntarnos cómo es posible que Pedro Sánchez no llamara durante 55 días, en medio de la pandemia, al líder de la oposición. No quería compartir ningún tipo de protagonismo durante la pandemia. Se lo quería arrogar exclusivamente. Esa cortedad de miras provocó que no hubiera cauces de entendimiento que los españoles, sin duda, reclamaban.

** Puede leer aquí la primera parte de la entrevista con el alcalde de Madrid publicada esta semana