Cara a cara

VOX vs. PSOE: ¿Debería eliminarse el mural feminista?

Cibeles decidió esta semana mantener los retratos de mujeres en Ciudad Lineal después de que la Junta de Distrito aprobara su borrado. ¿Qué debe hacerse? La concejala del PSOE Enma López y la de Vox Arantxa Cabello defienden sus posturas

Mural feminista en la calle José Hierro 5 en la fachada de un polideportivo
Mural feminista en la calle José Hierro 5 en la fachada de un polideportivo©Gonzalo Pérez MataLa Razón

Vox y la lealtad en el Pleno de Cibeles

por Arantxa Cabello. Concejal de Vox en el Ayuntamiento de Madrid
La semana pasada Vox presentó una iniciativa para sustituir un mural en un polideportivo de Ciudad Lineal, donde aparecían sólo mujeres de izquierdas representativas de su «feminismo», entre las que se encontraban infiltradas tres que en cualquier sociedad ilustrada nunca hubieran tenido lugar prominente alguno porque tuvieron una actividad violenta o representativa de regímenes totalitarios. Se pretendía que el nuevo mural fuera más acorde con la actividad que se desarrolla en las instalaciones deportivas e incluyera hombres y mujeres del deporte paralímpico y que fuera más bonito también, porque a muchos vecinos del barrio no les gusta su estética.
Ciudadanos, PP y Vox votaron a favor y se desató como suele pasar en estos casos la ira de la izquierda incapaz de aceptar una decisión escrupulosamente democrática cuando afecta a cualquiera de los símbolos de esa religión excluyente del pensamiento único llamada «ideología de género» y que demuestra que el mural no era neutral sino parte de la política de adoctrinamiento social en que estamos sumergidos, en este caso dirigido a los niños.
Hasta aquí todo dentro de lo previsible, los medios adeptos al régimen bramando, las descalificaciones de costumbre e incluso alguna repercusión internacional. En ese ambiente caldeado, la izquierda sabía que la presión coordinada y sostenida podía dar sus frutos porque en ese acuerdo del Pleno de Distrito como eslabón más débil se encontraba Ciudadanos. El espectáculo al que se asistió el Pleno de Cibeles el martes protagonizado por Begoña Villacís, que presa del pánico sacrificó a su concejal, primero en la arena pública ante los medios y, luego, aceptando la urgencia e incluso votando a favor de no acatar el acuerdo del Pleno de Distrito, denota la falta de principios de un partido político que ni siquiera es capaz de practicar un mínimo de lealtad con los suyos.
Ciudadanos representa ese relativismo moral donde los principios son moldeables según el entorno. No buscan nada más que la adaptación al paisaje que ellos perciben a través de los poderosos púlpitos de la izquierda mediática. Ciudadanos demostró que la lealtad a uno de los suyos es prescindible y parece no ser consciente de que frente a su posible electorado lanzó un mensaje de debilidad y de compromisos frágiles, capaz de romper acuerdos democráticos bajo la presión de una izquierda que presenta cada día más tintes totalitarios. Un partido que no entiende que se está librando una batalla mucho más profunda por la defensa de la identidad, los principios y los valores por parte de una sociedad que no quiere someterse a ese nuevo orden mundial que se nos quiere imponer y que utiliza muchas banderas como la falsa igualdad y la ideología de género.
O quizás cabe también preguntarse si la traición a su concejal Ángel Niño describe a un partido que forma parte de ese entramado progre que defiende la pérdida de principios. La política tiene sus propios refrendos cada vez que hay elecciones y muy pronto conoceremos el juicio de los ciudadanos. Yo ya tengo mis apuestas.

«Another brick in the wall»

por Enma López. Concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid
Estos días se ha hecho famoso un mural que retrata mujeres en el polideportivo de la Conce, en Ciudad lineal. Un mural de mujeres pioneras –incluso una premio Nobel de la Paz–, que se aprobó por unanimidad hace dos años, cuando la ultraderecha no estaba en las instituciones, cuando todos y todas éramos más libres.
Los avatares del mural son de sobra conocidos: Vox, en un ataque más a las mujeres, lleva al Pleno de Distrito una propuesta para eliminarlo, y para sorpresa de todos, PP y Ciudadanos lo apoyan. Unos días antes, en la Junta de Carabanchel se vivió un debate similar y Ciudadanos se abstuvo, paralizando así la infamia.
Para quienes lo vivimos en directo, fue muy sorprendente porque los concejales de Ciudadanos no sólo apoyaron con su voto la supresión del mural de Ciudad Lineal, sino que fueron más allá en sus argumentos que la ultraderecha.
Eso despertó al barrio, al resto de la ciudad, a España e incluso alcanzó eco internacional. Aquel mural que hasta hace una semana sólo los vecinos hubieran reconocido se convirtió en un símbolo del que se ha hecho eco hasta «The Guardian». Pretendían callar a las mujeres de Ciudad Lineal y sin embargo lograron que su voz llegara más lejos que nunca.
Las excusas que escuchamos en el pleno sonaban cada vez más artificiales. Rebuscaron en la ideología de las mujeres representadas y se dedicaron a sacarlas de contexto. Las acusaron de revolucionarias, como si ser pioneras no fuera una revolución, como si desde el conservadurismo se lograsen avances sociales.
Dijeron que ese no era el mural contra la violencia de género que habían votado, como si el empoderamiento femenino no fuera en sí un arma valiosísima contra la violencia sobre la mujer.
Y, por si fuera poco, utilizaron al colectivo de deportistas con diversidad funcional para blanquear su decisión. Como si hubiera que elegir y restar, en vez de sumar.
Tan artificiales sonaron sus excusas y tal fue la movilización social, que Begoña Villacís inició un viraje, otro más. Lo anunció en una rueda de prensa en el Pleno y lo consumó votando a favor de mantener el mural para sorpresa de sus socios del PP.
Es insostenible que, ahora que Rosa Parks tiene un espacio en el Despacho Oval, la borren de un muro de la Conce. Pero los ataques no acaban ahí: Ciudadanos suprime la Dirección General de Igualdad y cesa a su directora. Los murales son símbolos, si borran uno pintamos doscientos, pero el ataque al feminismo es muy real y no ha cesado, aunque el mural se quede.
Los logros sociales no deberían ser cuestionados. Bienvenida sea la rectificación de Ciudadanos, pero lo que de verdad sería bienvenido es que aprendieran la lección. No se puede bailar el agua a la ultraderecha: primero fueron a por la Memoria Democrática, después a por el movimiento vecinal y el feminismo. Cuando dejen de utilizarlos y vayan a por ellos, ya no quedará nadie.