Vinos de barra
Clásico Jerez, sin adornos ni retóricas
Cruz Vieja es una bodega que tiene la traza del jerez de siempre
El territorio del vino de Jerez está experimentando muchas convulsiones, con la llegada de aventureros y agitadores que intentan remover los cimientos. Tiene que haber cabida para todo el mundo, pero apetece también reivindicar ese clasicismo de unos vinos que fueron número uno en el siglo XIX, y que han pasado el ostracismo a veces orgulloso y snob de muchos responsables que descuidaron el producto. Cruz Vieja es una bodega que tiene la traza del jerez de siempre. Desde el propio formato de su botella, el etiquetado y la simbología antigua para clasificar los vinos, o su palomino fino dúctil y típico. El oloroso de la casa responde evidentemente a esa vocación de clasicismo apolíneo. Sin defectos que esconder abocándolo o filtrándolo, se embotella en rama como limpia expresión del tiempo de la bota. El oloroso es un vino hecho a sí mismo, cuyo destino lo marca el bodeguero, en una primera apreciación que le dará su seña de vida. Este es un hermoso ejemplar de la historia que hizo grande al Marco. Glicérico, potente, redondo, es una perfecta definición de lo que debe ser un oloroso con todas sus letras. Sin adorno ni retóricas. Clásico.
Bodega: Faustino González.
Vino: Cruz Vieja Oloroso En Rama.
D.O: Jerez.
Precio: 26 euros.
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