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Madrid: así era por dentro el Hospital de Juguetes de Pacífico que cierra ahora tras setenta años

Este local comenzó a reparar toda clase de juguetes en 1952

El dueño del Hospital del Juguete, Antonio Martínez, arreglando un juguete
El dueño del Hospital del Juguete, Antonio Martínez, arreglando un jugueteAlberto OrtegaEuropa Press

Los días 7 de enero de los últimos cincuenta años eran jornadas especialmente ajetreadas en el Hospital del Juguete. Justo después de Reyes, cuando los niños estrenaban sus regalos con tal ímpetu que no eran conscientes de su fragilidad. Así ha sido desde 1952, año en el que esta tienda, abierta siete años antes, comenzó a arreglar todo tipo de juguetes. Eso ya no ocurrirá en 2023: su cirujano jefe, Antonio Martínez Rivas, que heredó el negocio y la vocación de su padre, ha decidido colgar la bata. El Hospital echa el cierre por jubilación el próximo 31 de diciembre. «Con 70 años no trabajas igual que con 40 y estoy pasando por una situación complicada de enfermedad», explicó Antonio durante una reciente entrevista en Antena 3.

La reparación de muñecas nunca pasó de moda
La reparación de muñecas nunca pasó de modaAlberto OrtegaEuropa Press

Durante estos días, el local, inaugurado originalmente en el distrito de Tetuán y hoy situado en el barrio de Pacífico, en el número 6 de la calle de Granada, ha abierto sus puertas para que todos los madrileños pudieran conocerlo por dentro. Y eso supone ser testigos de la evolución del juguete como fenómeno social. De las muñecas Famosa a los Pin y Pon, de los Scalextric a los Micro Machine, de los Madelman a los G. I. Joe... Cada generación ha tenido sus fetiches. Cambia la forma y el diseño, pero el poso emocional que tienen en nosotros sigue siendo el mismo generación tras generación. Y tampoco ha cambiado el material, al menos en las últimas siete décadas. La irrupción del plástico, en los años cincuenta, procovó que este negocio familiar se especializara en su reparación.

Mesa de trabajo del dueño del Hospital
Mesa de trabajo del dueño del HospitalAlberto OrtegaEuropa Press

Antonio cierra porque quiere descansar, no porque le falte el trabajo. Pero es cierto también que, cada vez más pronto, la tecnología va reemplazando a los juguetes «físicos». El ansiado móvil se regala a edades más tempranas, incluyendo una cantidad casi ilimitada de juegos, que no es lo mismo que juguetes.

Desde ojos hasta chupetes, todas las piezas estaban separadas en cajas
Desde ojos hasta chupetes, todas las piezas estaban separadas en cajasAlberto OrtegaEuropa Press

¿Seguirá siendo necesario un hospital para muñecos de aquí a unos años, o cada vez habrá menos pacientes? El mejor termómetro lo tendremos este año, y en la mejor de las fechas posibles: si hay más colas para comprar videojuegos que para adquirir muñecas, es que el pronóstico no será bueno. Y si ocurre lo contrario, significa que sanatorios como el de Antonio jamás pasarán de moda, aunque los envoltorios hayan cambiado.