Entrevista

Adolfo Meras: «Iremos a los tribunales no solo por los pisos turísticos; también por nuestro país»

El presidente de Madrid Aloja, asociación que representa a más de 4.000 propietarios, anuncia que plantarán batalla al plan del Ayuntamiento de Madrid

Entrevista a Adolfo Merás, presidente de Madrid Aloja
Adolfo Meras, presidente de Madrid AlojaDavid JarFotógrafos

La asociación Madrid Aloja representa a más de 5.000 viviendas turísticas en la capital, con cerca de 4.200 propietarios. Su presidente, Adolfo Meras, recuerda que, según Eurostat, estos alojamientos aportaron en 2023 unos 2.200 millones a la economía madrileña. Ahora, con la nueva regulación proyectada por el Ayuntamiento de Madrid –el Plan Reside–, la inmensa mayoría de propietarios ya no podrá ofertar sus pisos, al menos en formato turístico.

En una manifestación reciente de dueños de Viviendas de Uso Turístico (VUT) decían «somos vecinos, no fondos buitres». ¿Se sienten señalados?

Esa manifestación la convocó una plataforma que han creado personas que pertenecen a Madrid Aloja y otras que no. No estamos completamente identificados, pero entendemos que la gente se queje. Muchos han rehecho su vida hace 10, 11, 12 años, para encontrar en este hueco la posibilidad de sobrevivir. Y ese es un derecho que ahora se les quita a todos los vecinos de Madrid, y a los que podrían ejercerlo en el futuro. Eso me parece imperdonable. No puedes decir: «O lo alquilas, o vendes». Está bien que la gente diga: «Oye, no somos vecinos fondos buitres». Se quejan de que el plan solamente va a favorecer, si no a los fondos buitre, sí a los fondos de inversión y a aquellos que sean capaces de agruparse en un gran capital. Teníamos esperanzas de que el PP cambiara la ley porque votó en contra de la ley. Cuando un partido te vende una moto de que está «en contra de», y luego es todavía más estricto que la ley que ya existía, te defrauda. Estamos profundamente desilusionados.

Desde el Ayuntamiento alegan que estos pisos generan conflictividad con los vecinos.

Nuestra relación con los vecinos, en la mayoría de los casos, es excelente. En el propio Plan Reside, los datos que dan de denuncias, ni siquiera dicen que sean de pisos turísticos. Son denuncias en general. Es decir, la gente hoy denuncia más. Además, no ponemos en valor la cantidad de pernoctaciones y reservas que hay en Madrid. Hablamos de 800.000 reservas y ocho millones de pernoctaciones frente a mil denuncias. Es un dato que queda difuminado. Cuando un político quiere dirigir la opinión pública, le da un dato como ese: las denuncias han crecido un 40 % y de 2023 a 2024, un 56 %. ¿Pero cuántas denuncias había? Porque de 1 a 2 supone crecer un 100 %. Pues bien: había 350 denuncias en 2023 antes que se iniciara toda esta campaña de criminalización de la vivienda turística. Frente a 800.000 reservas. ¿Estamos diciendo que Madrid está en llamas por el alquiler turístico? Le hemos dado al Ayuntamiento datos e información completa de nuestro programa de defensa de la convivencia. Tenemos un control de ruido y vigilantes nocturnos cada vez que salta una alarma. Y lo hemos instalado en 3.500 viviendas. Hemos dicho que esto se debería instalar en todas las viviendas de alquiler turístico. La incidencia en fiestas es mínima. No tuvo que ir la policía en ninguno de los casos. La mayoría de los eventos de ruido eran de convivencia razonable: la televisión más alta de lo normal, una lavadora, un niño llorando... Los vecinos cuentan con un teléfono de atención. Y cuando ha llamado al vigilante, aparece un señor en moto, bien vestido, que habla inglés y que te dice: «O paras, o llamo a la Policía». Y la gente para. En nuestras 3.500 viviendas, no vino la Policía ni una sola vez.

El Plan Reside distinguirá entre dos anillos: centro histórico y el resto de la ciudad. Sólo se admitirán las VUT en edificios cien por cien dedicados a esta actividad. Fuera del centro, se permitirán si tiene acceso independiente. ¿Cuántas viviendas se quedan fuera?

El 95%. Hay unas 1.300 con licencia del Ayuntamiento, y 18.000 que se comercializan. Esperábamos algo semejante. Desde que Martínez-Almeida salió elegido, nunca nos hemos reunido con él. Tenía su postura ya tomada. Sí hablamos con los concejales. Pero bueno, al final, el plan no deja de ser el reflejo de la personalidad del alcalde y de su situación social y cultural. Este plan favorece que la clase media, los propietarios individuales de vivienda, desaparezcan y que ese servicio que ellos daban lo den los fondos de inversión y aquellos con capital para comprar edificios completos. El plan me parece una absoluta barbaridad. Los planes de negocio de este tipo de edificios no se basan en los españoles de clase media, sino en un mercado de lujo y van a atender solamente a aquellos que puedan pagar. Tú no abres un edificio para los que puedan pagar menos, sino para los que pueden pagar más. La mayoría de los españoles que están viniendo a Madrid a nuestras viviendas nos dicen: «Estoy viniendo ahora porque sé que, en el futuro, ya no voy a poder venir». Y eso es por temas de precio. Determinada gente que tiene una información más cercana al poder ha estado haciendo incursiones comprando edificios que no valían para vivienda de uso turístico y que ahora sí van a valer. Ahora, esos edificios sí van a poder ejercer de pisos turísticos durante 15 años. Hemos visto hace poco cómo dos edificios residenciales cerca de la calle Princesa que pertenecían al Duque de Alba se han transformado en terciarios. Estamos viendo durante el último año una presión de ciertas Socimis invirtiendo, porque sabían cuál era el final de esta historia.

Entrevista a Adolfo Merás, presidente de Madrid Aloja. David Jar
Entrevista a Adolfo Merás, presidente de Madrid Aloja. David JarDavid JarFotógrafos

Un argumento sería que nadie les impide a ustedes alquilar sus pisos. Sólo que no en modalidad turística.

A eso diría que nadie le está bailando tanto el agua a Sánchez como Martínez-Almeida. Ante una Ley de Vivienda desastrosa que no otorga seguridad al propietario, que lo que dice es que si tu inquilino tiene mala suerte, o mala voluntad, te lo tienes que comer con patatas, y yo no te voy a ayudar... al final, la gente abandona. Muchos propietarios se pasan al alquiler turístico incluso ganando menos. Cuando les digo: «Oye, estoy haciendo tus números y ganas más en alquiler a largo plazo que en turístico», me dicen que prefieren ganar menos. Quieren recuperar su vivienda en caso de que no les paguen y quieran tenerla disponible por si necesitan venderla. Tenemos un problema real: dos millones más de residentes en España. Lo que tienes que hacer es poner en el mercado vivienda vacía, asegurando a los propietarios que, en caso de que no les paguen, van a poder recuperarla. El problema es el de aquellas personas que no tienen vivienda, de nuestros jóvenes que compiten con esos dos millones de nuevos residentes. Cuando alguien te deja de pagar y se queda viviendo en tu casa durante un año, es como una persona que te ha robado la cartera y que, cada día, antes de acostarte, te acuerdas de ella. Muchas de las viviendas que llevamos las usamos de segundas residencias, una vez al mes, cada tres meses... Y la decisión es, o está cerrada, o la alquilo en turístico. La decisión no es si alquilo mi vivienda a largo plazo para que, cuando yo venga, tenga que buscarme la vida en un mes en otra casa. Esa nunca ha sido la discusión. ¿Cuántas podrían volver al mercado de alquiler tradicional a largo plazo? ¿5.000, 7.000 viviendas? ¿Esas van a acoger a las 650.000 personas que han venido desde el año 2015 a la Comunidad de Madrid? Es disfrazar un plan elitista de populismo sin contarle a la gente de verdad cuál es el objetivo final.

Otro de los motivos para su regulación es que les consideran en parte responsables de la gentrificación del centro: un turista por cada dos vecinos.

Me provoca bastante sonrojo que se vuelva a meter en un plan de regulación el dato de un turista por cada dos residentes. Ya le dijimos en su día al Ayuntamiento que ese dato era falso. Lo que el Ayuntamiento cuenta son plazas alojativas, es decir, las camas, y compara camas con residentes. Lo lógico sería comparar camas de uso turístico o de uso temporal con camas de uso a largo plazo. En una vivienda de dos dormitorios puede vivir un solo residente. Por otra parte, ese dato no es culpa de las viviendas de uso turístico. El Ayuntamiento dice en el propio Plan Reside que hay solo 25.000 plazas correspondientes a viviendas de su turístico en el centro; 25.000 plazas frente a 145.000 residentes en el distrito. No parece que las culpables sean las viviendas de uso turístico. Pero lo ponen para que, una vez más, el relato mate al dato. Si tenemos la mitad de turistas en el centro respeto a residentes, evidentemente, las 45.000 plazas restantes en las que se alojarían serían de hoteles, de apartamentos turísticos, de pensiones o de hostales. En Madrid, sólo hay un turista por cada dos residentes cuando se ha celebrado la final de la Champions, o con el Orgullo Gay, cuando las ocupaciones tienden a ser del cien por cien de todas las unidades alojativas, aunque eso se da más en los hoteles que en viviendas turísticas. Una de las fuentes que ha usado el Ayuntamiento para hacer el Plan Reside ha sido el informe Revitur. Está escrito sesgadamente porque, al final, responde a los intereses de un sector económico: el de los hoteles. Llevamos años oyendo hablar del vaciado del centro y es lamentable que en el propio plan hayan tenido que reconocer que el distrito también ha crecido en población. Lo que no se puede pedir al centro es que crezca como Villa de Vallecas, Carabanchel o Valdebebas. Lo que pone en el plan es que el centro crece a nivel de un 3,5 %, mientras el resto de Madrid crece al 8 %. Donde hay más gente ya no cabe más gente. Si determinada gente de Chueca decide irse a vivir a Lavapiés, la vivienda turística no puede ser responsable de esto. Y tampoco de si determinados ciudadanos iberoamericanos deciden venirse a vivir al centro o al barrio de Salamanca. La vivienda turística no puede ser responsable de todos los males del Ayuntamiento.

¿Qué acciones van a tomar?

No hemos leído el plan completo, solo las grandes líneas. Nos surgen dudas poderosas, como el hecho de que una parte de un edificio de oficinas se pueda convertir en vivienda de uso turístico; qué vamos a considerar como edificios catalogados; cuáles van a ser las condiciones que se le van a poner a esos edificios catalogados... Para nosotros, tiene muy mala solución. Es difícil que a esta propuesta se le puedan sumar esas viviendas turísticas que eran legales –en propias palabras del Ayuntamiento– en 2016. Nos planteamos alegarlo también para que otras ciudades de España no sigan este camino elitista que va a seguir Madrid, porque creemos que la vivienda de uso turístico es un derecho, que todos los españoles deberían seguir teniéndolas si algún día las cosas se tuercen. Nos crean una desafección política muy grande porque, al final, no nos representan. Hay un problema gordo en nuestra democracia y en todos los partidos: si el de arriba toma una postura, el que ha sido nombrado por ese dirigente no le dice lo que piensa, le dice lo que ese dirigente quiere oír. En esa línea, nuestro país se descompone porque el sentido común desaparece.

¿Se plantearían ir a los tribunales?

Sí, seguro. Acudiremos a los tribunales ya no por defender el alquiler turístico, sino por defender nuestra cultura y nuestro país. Vamos a defendernos de aquellos que legislan en base a datos falsos y que dan soluciones erróneas o interesadas, generando de alguna forma odio entre unos y otros. Es muy importante que veamos que la gente no se siente representada con esto y que el relato no responde tampoco a la realidad de la gente que vota al PP a nivel nacional o a nivel regional.