Inmigración

«Caos migratorio»: tormenta política tras el desalojo de 221 refugiados en Madrid

Un fuego en un hotel para extranjeros en Becerril desata las críticas de la Comunidad y el Ayuntamiento. Migraciones: «Nunca se ha informado tanto»

Fachada del hotel "Las Gacelas", en Becerril de la Sierra
Fachada del hotel "Las Gacelas", en Becerril de la SierraLa Razón

Becerril de la Sierra, un municipio de la cuenca alta del Manzanares, de 6.800 habitantes, situado a 50 kilómetros de Madrid, se ha convertido en uno de los numerosos puntos de acogida de personas solicitantes de asilo que gestiona Cruz Roja tras la derivación que hace el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Un incendio ocurrido a las 20:30 horas del martes obligó a desalojar a 221 refugiados acogidos en el hotel rural «Las Gacelas» y puso en alerta a la Comunidad de Madrid, que ayer lamentaba que el Gobierno central no hubiera informado al Ejecutivo autonómico de que en este municipio estuvieran alojados refugiados desde hace al menos dos años.

Becerril de la Sierra, un municipio de la cuenca alta del Manzanares, de 6.800 habitantes, situado a 50 kilómetros de Madrid, se ha convertido en uno de los numerosos puntos de acogida de personas solicitantes de asilo que gestiona Cruz Roja tras la derivación que hace el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Un incendio ocurrido a las 20:30 horas del martes obligó a desalojar a 221 refugiados acogidos en el hotel rural «Las Gacelas» y puso en alerta a la Comunidad de Madrid, que ayer lamentaba que el Gobierno central no hubiera informado al Ejecutivo autonómico de que en este municipio estuvieran alojados refugiados desde hace al menos dos años.

Un recalentamiento de la acometida general acabó afectando al cuadro general hasta dejar sin luz el inmueble. «Fue un susto grande. Un chispazo en la instalación eléctrica provocó un incendio y hubo que desalojar a las 221 personas solicitantes de protección internacional que se encontraban en su interior, incluidas familias enteras con niños», explicó a LA RAZÓN José Zamora, coordinador programa de personas refugiadas de Madrid de Cruz Roja.

La situación obligó al Ayuntamiento de la localidad a proporcionar generadores para dar servicio de calefacción y agua caliente, mientras que Cruz Roja también hizo lo mismo para poder prestar servicio en la cocina. Finalmente, el incendio no provocó ningún herido y los residentes pudieron pasar la noche en las instalaciones de acogida, aunque fue necesaria la intervención de los bomberos, la Guardia Civil, Cruz Roja y Protección Civil, tal y como informó a este periódico el alcalde del municipio, José Luis Martín.

Al hilo de este incidente, el primer edil del municipio lamentaba ayer el «caos migratorio generado por el Ministerio de Migraciones». «No nos han informado oficialmente de que iban a venir a este municipio inmigrantes o refugiados y, aunque estamos encantados de poder ayudar a estas personas, sería conveniente que el Ministerio nos lo comunicara. No cuesta nada, porque el centro de salud se satura, pero el Ministerio no nos manda más médicos. A eso también se une que tenemos que gestionar los empadronamientos de estas personas que llegan. Muchos abandonan el hotel rural donde son acogidos sin que se desempadronen y, al final, tenemos un número de empadronados que no es real», lamenta.

Piscina del hotel rural
Piscina del hotel ruralLa Razón

El consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, criticó que la comunicación entre la Comunidad y Migraciones brille por su ausencia. «Afortunadamente se ha quedado en un susto y han intervenido los Bomberos de la Comunidad, pero esto pone en evidencia que se están utilizando instalaciones que no están adecuadas para la acogida de inmigrantes irregulares en nuestra región, por tanto es un ejercicio de irresponsabilidad».

García Martín arremetió contra el Gobierno central porque no «controla fronteras» y agudiza lo que considera un grave problema por utilizar centros que «no están habilitados ni pensados para la acogida masiva de inmigrantes irregulares». «Por muchísimo menos el alcalde de Fuenlabrada nos hablaba de que vamos a ver un macro campamento en La Cantueña de 99 plazas perfectamente adaptadas a la ley», deslizó.

Así, García Martín lamentó que se estén utilizando estas instalaciones de Becerril que, a su juicio, no están pensadas para la acogida de inmigrantes o refugiados. «Es un hotel que se ha contratado para la acogida de inmigrantes irregulares. Está pensado para lo que es un uso ordinario de una instalación hotelera y en este momento se está utilizando como centro de acogida».

Desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones aseguraron, sin embargo, que «nunca se ha informado tanto sobre esta cuestión. Además de haber retomado la Conferencia sectorial de Migraciones, se notifica a cada comunidad con carácter mensual el número de plazas y centros de atención humanitaria y previsiones del mes». Un portavoz detalló a LA RAZÓN que el hotel rural de Becerril «no es de atención humanitaria por la emergencia migratoria, sino de protección temporal, con lo que no forma parte del listado de centros de los que informar». Ahora, la vida en el hotel rural continúa con normalidad tras el conato de incendio. El dispositivo es un centro de acogida que se abrió a raíz de la crisis de refugiados de Ucrania, en diciembre de 2022, y solo aloja a personas acreditadas por el Ministerio del Interior como Solicitantes de Asilo o Beneficiarios de Protección Temporal. Esto explica que las nacionalidades mayoritarias que residen en él sean en primer lugar personas Venezolanas, seguidas por mujeres procedentes de Afganistán y Ucrania. Conviven con algunos malienses y peruanos.

Por su parte, el coordinador de Cruz Roja en Madrid aseguró que «no hay entradas masivas de refugiados en el hotel y estamos coordinados con el Ayuntamiento de Becerril».