
Vinos de barra
La elegancia inteligente
Señorío de Cuzcurrita, bajo el manto de un castillo medieval, quiere regalarnos un vino de traza contemporánea sobre cimientos antiguos

A vueltas con Rioja. Una reflexión que no puede dejar de sostenerse sobre el tejido y vitalidad de uno de los ejes arquitecturales del vino español. Rioja calidad. Entre tanta amalgama de etiquetas sin alma, sobresalen las bonitas historias de traza familiar que van enlazando unos y otros títulos pero siempre con ese mismo concepto de exclusividad y de excelencia. Señorío de Cuzcurrita, bajo el manto de un castillo medieval, quiere regalarnos un vino de traza contemporánea sobre cimientos antiguos.
Tilo se apoda esa criatura nacida de la voluntad de mimo del viñedo en una prodigiosa parcela, y con la idea preclara de una bodega delicada, que trabaja con la gravedad y con el silencio del tiempo. No sé si es necesario resaltar que la crianza, por cierto impecable e integradora, es de 24 meses en madera noble. El resultado es que nada destaca por encima de nada, y la fruta hoy tan valorada, tiene poso y peso, y justifica el reto. Pasa al vino al igual que la memoria, y el postgusto juguetea con acideces soberbias, junto a una templanza de forjado aromático inimitable.
Juan Díez del Corral, ese lord inglés y al tiempo puro riojano, se sonríe gustosamente, sabiendo que ese arte del diálogo campo y bodega aquí no tiene jerarquía. Solo la belleza de ese vino único.
Bodega: Señorío de Cuzcurrita
Vino: Tilo 2016
D.O.Ca: Rioja
Pvp: 160 euros
www.castillodecuzcurrita.com
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