
Gastronomía
Ell@s nos endulzan la última cena del año
A escasos dos días de Nochevieja, si le ha tocado llevar al anfitrión el postre de la cena, he aquí varias ideas. Lean

La noche del martes decimos adiós a 2024 para recibir el año nuevo con los más golosos propósitos. Por eso, continuamos estrujándonos los sesos para sorprender a quienes compartan mesa y mantel con nosotros. Si su plan en Nochevieja es una cena entre amigos antes de tomar las uvas y le ha tocado llevar el postre, lea, lea, porque endulzamos estas líneas con varias ideas, que resultan idóneas para semejante ocasión. Conversamos con Irene Amat (@itamapasateleria), quien ha inaugurado un espacio en el que se expresa a través de una pastelería de vitrina con un toque francés: «Tenemos cinco tipos de individuales, de pequeñas tartitas», nos explica la pastelera, cuyo objetivo es que nos llevemos todos para compartirlos y así probar cuantos más sabores y no solo el de una sola tarta, que ojo, tampoco faltan en el local.
Hace menos de dos meses lo abrió tras dejar su puesto como jefa de pastelería en el Mandarin Oriental Ritz: «Me apetecía tener mi propio negocio, así que pensé que por qué no lanzarme si a la gente le gusta lo que hago», reconoce Irene, de 28 años, al tiempo que desmiga de dónde viene el nombre de Itama: «I, de Irene y Tama es mi apellido al revés». Dicho esto, nos recomienda saborear antes de las campanadas el de manzana con lima y kiwi: «Mi pastelería no es excesivamente dulce. De hecho, intento jugar con el dulzor lo menos posible, porque me gusta que mis postres sepan a lo que tienen que saber y no enmascarar los ingredientes con azúcar. Por eso, las mías son elaboraciones ligeras con varias texturas. Sí, ligeras y aéreas para que resulten perfectos tras una comida copiosa». Al degustar el de vainilla, cacahuete y caramelo, dese cuenta de que es un bocado curioso, porque en él juega con el dulce y con el salado mientras que el de especias con chocolate con leche y cacao y el de chocolate negro y avellana son manjares perfectos para paladares apasionados del chocolate. Incluso, si anda pensando en la merienda previa a la espera de los Reyes Magos, para acompañar el roscón nos llevaremos de su vitrina el cake de plátano, en el que destaca el crumble de almendra, y el brookie, una fusión de brownie y cookie. De uno de sus maestros, Oriol Balaguer, artífice de unos sublimes panettones de chocolate y de frutas y del roscón, considerado el mejor de Madrid, sugerimos poner sobre la mesa sus bombones. Les cuento.
La Duquesita, además de acoger la centenaria pastelería, que reabrió hace nueve años, en el espacio anexo cuenta con un salón de té y con una bombonería, nacida con la intención de retomar la tradición de regalar bombones. Son 22 los sabores a elegir y, por pone un ejemplo, el estuche de 16 unidades de corte cuesta 28 euros y, entre ellos, no faltan de yuzu, avellana, frambuesa, anís y crujiente. Por supuesto, consultamos a la canaria Carmen Capote, pastelera y propietaria de 24 Onzas (www.24onzas.com) y nos hizo las mismas preguntas que a sus clientes para acertar en la adquisición. Lo primero que desea saber es si en nuestra cena seremos muchos comensales o no y si nos gusta arriesgar. La caja de 48 bombones es una opción imbatible para que nadie se quede sin probarlos, aunque también las vende de 24. Además de las trufas para los más clásicos, idea los lingotes a degustar entre todos los asistentes. Como ejemplos, el de praliné de almendras, croissant con mantequilla tostada y mermelada de frutos rojos, el de «cheesecake» con maracuyá, el de roscón de reyes con un praliné de almendra y naranja, ganache de agua de azahar con chocolate negro y naranja y una nube de agua de azahar y el de carrot cake con praliné de nuez de pecan especiada, ganache de queso crema y otra de zanahoria. Insiste en que jugar en la mesa a adivinar el sabor de los bombones tiene su puntazo, así que solo les diremos que, además de los sabores tradicionales, llama la atención el de regaliz, el pistacho con kataifi, el roscón y el de praliné de piñón, nata y toffee.
Antes de que nos den las uvas
La «mille crêpe» de chocolate blanco y fresas es una de las delicias que más gustan de Monroebakes (monroebakesmadrid.com). Al frente, encontramos a Noelia Tomoshige, autora de la tarta de crêpes, que, dice, se deshacen en la boca y elabora también de tiramisú y pistacho. Es un acierto seguro, lo mismo que el «Sapi» de té matcha, limón y pistacho. La tartaleta de «stracciatella» es la elección idónea para los chocolateros, ya que lleva tres diferentes. Y, qué decir de los mini tronquitos a los que hacer hueco, tanto al de nata y fresas como al de turrón con praliné de avellanas y chocolate. Por último, la tarta de chocolate y vainilla, de Miguel Moreno, para armonizarla con champán antes de que nos den las uvas es otra opción para comenzar el año con buen pie. Reserve la suya en Pan y Cacao (panycacao.com), porque «el chocolate y la vainilla son por excelencia los dos sabores de la pastelería. Realizamos un cremoso de vainilla bourbon con una mousse de chocolate y un toque ácido para que resalten los dos sabores».
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