Celebración

La Fiesta del Pero en uno de los pueblos más bonitos de Madrid

Esta fruta era vendida, desde antiguo en la capital, en el Mercado de La Cebada

La recolección del pero en uno de los pueblos más bonitos de Madrid
La recolección del pero en uno de los pueblos más bonitos de MadridRRSS

Este sábado 19 de octubre, uno de los pueblos más bonitos de Madrid -o eso dicen- celebra la Fiesta de la Recolección del Pero. Un acontecimiento en la Sierra Norte de Madrid y particularmente en la Sierra del Rincón, Reserva de la Biosfera de la UNESCO.

Precisamente, por desconocida, la Fiesta de la Recolección del Pero, aunque joven, ha generado desde sus inicios en el año 2006 una gran aceptación que provoca un aumento en el número de visitantes y curiosos que vienen a conocerla cada año. Se celebra en otoño y en sábado, aunque su fecha exacta varía en función de la maduración de la fruta condicionada por la climatología.

Iglesia de La Hiruela
Iglesia de La HiruelaEfe

El pero es una manzana. Una variedad que se cultiva en esta parte de la región que es conocida por su selecta huerta. No en vano, ya hace siglos se daba cuenta de hasta 30 variedades distintas de perales, manzanos y cerezos en esta tierra.

Las actividades se centran en la degustación y exhibición de prácticas y variedades de manzanas, mostrando técnicas de injerto, catas, y la degustación de platos locales como las migas y las ostias. Además, se realizan rutas guiadas por huertos y otros lugares de La Hiruela. Habrá una exhibición de aves y actuaciones de música tradicional.

Esta celebración supone una puesta en valor de la cultura agrícola y un reconocimiento a la calidad de las pequeñas producciones autóctonas de la Sierra de Rincón, que impulsa la conservación y el aumento de cultivos y con ello la diversidad genética agrícola.

Históricamente el pero supuso una referencia en el desarrollo de La Hiruela, pues desde antaño se cultivó para su comercialización, además de para su consumo, resultando un pilar económico de gran importancia. Las crónicas cuentan que era vendida en el Mercado de La Cebada, en la Villa y Corte de Madrid y que llegó a consumirse en la Casa Real.