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Gastronomía

Las nuevas generaciones de la gastronomía madrileña

El II Campus Gastronómico Talento Joven, celebrado en Murcia, sirve de excusa perfecta para hablar de esta nueva era

Marta Campillo, jefa de sala de DiverXO, durante las jornadas LRM

La gastronomía madrileña vive uno de sus momentos más brillantes. No solo por la constelación de estrellas y soles -Michelin y Repsol- que alumbran la ciudad, ni por la inabarcable oferta de bares, tabernas y restaurantes que dibujan un mapa gastro en permanente ebullición. Lo realmente relevante -y menos visible- es que ese brillo se está reflejando ya en las generaciones que vienen detrás. Los jóvenes talentos del sector no solo cocinan con destreza y ambición, sino que cuentan con una red de mentores que les empujan, guían y elevan. Y muchos de esos mentores tienen pasaporte madrileño.

La reciente celebración del II Campus Gastronómico Talento Joven, que tuvo lugar los días 27 y 28 de octubre en el Centro de Cualificación Turística de la Región de Murcia, sirve de excusa perfecta para hablar de esta nueva era. Aunque el evento se celebró lejos de la capital, el pulso lo marcaron nombres propios ligados a Madrid que están asumiendo un papel fundamental en la formación de los futuros profesionales del sector. Y no desde la tarima, sino codo con codo, mentoría mediante.

Porque la nueva cocina madrileña no solo se limita a levantar restaurantes de éxito, sino también a construir una escuela. Sara Vázquez, directora de aperturas del Grupo Dani García, es uno de esos ejemplos: curtida en los grandes proyectos de la restauración prémium, ahora está volcando su experiencia en quienes apenas empiezan a descubrir el oficio. Lo mismo ocurre con Luis Baselga, sumiller de Smoked Room -ese reducto oscuro, silencioso y elegante que juega en la liga de las dos estrellas Michelin-, que traslada su sensibilidad vinícola a los que empiezan a conocer los entresijos de la sala.

También se ha sumado al frente docente de este Campus Marta Campillo, jefa de sala de DiverXO, figura clave en ese engranaje perfecto que exige el universo Dabiz Muñoz, donde cada pase se vive como una coreografía medida al milímetro. Su presencia en el Campus deja claro que la experiencia del cliente empieza -y muchas veces se define- en la sala. Joaquín Serrano, copropietario de Salvist Consultoría y del restaurante Varra, completa esta alineación de madrileños ilustres que han pasado de liderar sus casas a formar a las que serán las estrellas del mañana.

Todos ellos formaron parte del equipo de mentores del Campus, que este año apostó por una formación transversal en cinco áreas clave: cocina, sala, gestión, I+D y producto. Una estructura que refleja, precisamente, esa idea de gastronomía integral que ya se impone en Madrid y que va mucho más allá del "plato bonito".

Y es que la capital, además de producir cocineros estrella, exporta conocimiento, metodología y actitud. Madrid se ha convertido en una incubadora de talento, donde la formación continua, la profesionalización del servicio, la sostenibilidad y la innovación ya no son palabras de moda, sino prácticas asumidas. Un ecosistema maduro que se fortalece al compartir sus claves con otros territorios. La presencia de estos mentores madrileños en eventos como el Campus Talento Joven de Murcia es un síntoma claro de que la restauración es un sector en el que se trabaja en equipo. La cocina del presente -y más aún la del futuro- necesita comunidad, red, apoyo. En este nuevo escenario, los cocineros que ya han alcanzado la cima entienden que su responsabilidad también pasa por enseñar a escalar a quienes vienen detrás.

El resultado es un panorama prometedor: estudiantes de las mejores escuelas de hostelería del país que se forman con referentes reales, implicados y cercanos. Gente que enseña técnicas y también valores. Que habla del sacrificio, del respeto al producto, de la importancia del equipo. Y que muestra el camino sin endiosamientos, con naturalidad y compromiso.