Vecinos
El Parque El Calero, unido por un suelo fértil
Con motivo del Día del Árbol, asociaciones, vecinos y usuarios de este espacio verde en Ciudad Lineal, se congregaron para ensalzar y concienciar sobre su valor
Con motivo del Día del Árbol, la Asociación Cultural El Sol de La Lonce y la Asociación Legado Arturo Soria, vecinos de Ciudad Lineal y usuarios del Parque Calero, celebraron ayer una fiesta en la que la música, la naturaleza y el homenaje a Arturo Soria, fueron los protagonistas. Cerca de cuatrocientas personas y niños se concentraron durante toda la mañana para participar en los diferentes talleres y actividades que se llevaron a cabo. Un recital de poemas, marionetas, una mesa de pinturas, un taller de experimentos, una toma de muestras de suelos... entre otras. Todas con la intención de poner en valor este espacio verde que, pese a no pasar por su mejor momento, es tan importante y necesario para la vida de los madrileños. Una fiesta que se remonta a finales del siglo pasado, que celebró más de diez ediciones en el distrito y que regresa con el espíritu de unir tanto la memoria de esta personalidad que tuvo tanta repercusión en Ciudad Lineal, el concepto de una ciudad para el el ser humano cercana y con espacios verdes.
Hace un año, este parque de siete hectáreas –equivalente a seis campos de fútbol– sufrió una obra para su rehabilitación, ante los graves problemas de erosión que presentaba a causa de las inundaciones que se generaban tras grandes lluvias. Para acometerlas, el Ayuntamiento de Madrid decidió sustituir las grandes parcelas de tierra por adoquín y zahorra, una piedra compactada útil para nivelar parcelas. El uso de esto, hizo que algunas especies ya plantadas muriesen y la desaparición de suelo fértil eliminó la posibilidad de que otras nuevas naciesen. Así, nació la Asociación Salvemos El Calero, donde vecinos y usuarios del parque buscan explicación a esta intervención del consistorio, exigen soluciones a esta situación y tratan de concienciar sobre la necesidad de que este espacio sea reforestado.
Las buenas intenciones y objetivos positivos de esta celebración provocó en la Asociación un cambio de perspectiva, que ha decidido revertir la forma de actuación que estaban llevando hasta ahora. «La agresión ya está hecha, todos hemos sido conscientes, así que propusimos al Ayuntamiento que se involucrasen en la reforestación, invitándole a que fuesen ellos quienes designasen los mejores lugares para realizar plantaciones en el Parque y seleccionasen las especies y el número de ejemplares a plantar, ofreciendo, para ello, la colaboración vecinal», señala Rubén Chimeno, representante de la Asociación Salvemos El Calero. Una propuesta que lanzaron hace meses los organizadores de la celebración del Día del Árbol y que el Consistorio rechazó alegando que El Calero «está bien dotado de árboles». Algo que los vecinos y usuarios no entienden, tras la cesión de cerca de 150 árboles por parte del Vivero Municipal Las Estufas de El Retiro y que, al no poder ser plantados, decidieron dar como obsequio a los participantes del Día del Árbol.
En el último plan de arbolado anual, para la temporada 2023/24, más de cien unidades de árboles fueron destinados a El Calero. «Estos han sido plantados y bienvenidos sean, ojalá y no dejen de seguir viniendo porque hay superficie de sobra para arbolar y renaturalizar el suelo. Hemos podido ver que algunos ya tienen brotes, otros nada... pero el inconveniente es que no dejan de ser árboles inmaduros, que necesitan mucho tiempo de consolidación y que están sometidos a muchos riesgos», señala Chimeno. Uno de ellos es la ubicación en la que estos han sido plantados. Y es que, según señalan, algunos de ellos se han hecho en espacios donde ya hay árboles. «Los nuevos van a tener difícil prosperar por la sombra y por la falta de agua que sufrirán porque se la llevarán los más maduros». La Asociación preguntó tanto al Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad como a la Delegada de Limpieza y Zonas Verdes, sobre el criterio seguido para llevar a cabo estas plantaciones, pero aún no han recibido respuesta.
Pese a que en los últimos años el parque estaba descuidado, siempre ha sido un pequeño refugio donde los vecinos y usuarios podían esparcirse y disfrutar de cierto frescor cuando las temperaturas eran altas. Muchas familias y vecinos acudían al atardecer para reunirse, con los más pequeños para jugar o para celebrar sus cumpleaños. De forma inevitable, esto ha ido desapareciendo desde que se llevó a cabo la obra. Las zonas que eran más verdes, que contaban con césped o alguna otra plantación herbácea, no han vuelto a ser sembradas desde entonces. Una de las tantas cuestiones que lanzaron a las distintas instituciones era acerca de esto. «Recibimos una respuesta muy extensa de la directora técnica del proyecto de obra, que nos decía que había usuarios con perros que los dejaban sueltos en estas zonas y que por eso ya no se iban a resembrar», apunta.
Lo que en sus inicios fue ilusionante para los vecinos de Ciudad Lineal y usuarios de El Calero, «la realidad es que no se han actualizado, ni ampliado, ni mejorado los parques infantiles, ni las zonas de ejercicio de los ancianos, ni las instalaciones deportivas para los jóvenes. Es más, de momento, en la zona de ancianos, en lugar de plantar algún árbol que les dé sombra en el verano, o de arreglar y ampliar las instalaciones, han quitado uno de los cuatro bancos de pedaleo que tenían, porque debía estar roto». Así lo recogió el pasado mes de febrero José Luis de Lucas en una recogida de firmas virtual que ya ha alcanzado las 3.882. En los últimos meses se han celebrado diferentes manifestaciones, la última y más multitudinaria el pasado mes de junio. Ante las protestas vecinales, el Ayuntamiento argumentó entonces a este periódico que la reforma se hizo en base «a la propuesta de un vecino en los presupuestos participativos de 2018 que tuvo 333 apoyos iniciales y, cuando se sometió a votación, al ser de los proyectos más votados obtuvo 1.021 votos».
Después de todo este tiempo, de no conseguir parar las máquinas, ni que se modificase el proyecto, ni que se abriese un proceso de escucha del vecindario, lejos de tener una sensación de derrota o de resignación, desde la Asociación dicen sentirse «profundamente tistes». «Es difícil de entender porque creemos que estamos hablando de cosas evidentes. No es una cuestión política, aquí hay personas con sensibilidades y circunstancias de todo tipo, jóvenes y mayores», añade. Ahora dicen encontrarse en un punto de «reorientación de las iniciativas». Lo importante ya no es la obra, sino otras reivindicaciones más importantes que no son otras que plantar árboles, recuperar fiesta del árbol y esas zonas verdes tan necesarias. Un paso importante, quieren creer, han sido ya esos 107 nuevos árboles plantados.
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