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Movilidad

Sin perdón para los tuk tuks en Madrid

El Ayuntamiento inicia una campaña de vigilancia intensiva de unos vehículos que están ocupando el espacio público sin permiso

El Ayuntamiento ha presentado una campaña de control a los tuk-tuk mientras trabaja en su regulación EUROPAPRESS

Son las 11:00 horas en el entorno de la plaza de la Armería del Palacio Real. En menos de media hora, han pasado por la calle Bailén no menos de una decena de "tuk tuks". Una forma de movilidad que, a día de hoy, está en el limbo de la legalidad: no son taxis, no son buses, no son turismos... y, a su vez, comparten características de todos ellos. En todo caso, el Ayuntamiento de Madrid ha decidido empezar a ponerse firme al respecto. Primero, con una regulación específica para regularlos, partiendo de un estudio que, en estos momentos, realiza el Área Delegada de Turismo, presidida por Almudena Maíllo. Y segundo, iniciando hoy mismo una campaña de vigilancia intensiva a través de los agentes de Movilidad para evitar el estacionamiento irregular de estos vehículos, especialmente en la zona de Centro y Retiro.

"Suben a más personas de las que tienen que subir, con la megafonía a toda velocidad en una zona de protección acústica... Se saltan todas las normas de conducción y de aparcamiento. Desde diciembre, hemos notado que empiezan a funcionar de noche. Y la Policía, cuando nos reuníamos con ellos, nos decían que había un vacío legal", explica Patricia, portavoz de la Asociación de Vecinos de Ópera. "Es un negocio en el que no han pedido autorización y no hay nada regularizado. Generan inseguridad ciudadana, los vecinos se sienten más desplazados de su entorno y, además, agreden al patrimonio: ver delante de La Almudena o el Palacio Real este tipo de vehículos plastificados... Esto no es una feria", añade.

El Ayuntamiento de Madrid, y más concretamente el Área de Movilidad, Medio Ambiente y Urbanismo que preside Borja Carabante, había implementado una señalización vertical y horizontal para disuadir a estos vehículos del estacionamiento en zonas prohibidas, con una línea amarilla longitudinal pintada en la calzada. Así constaba en la propia calle Bailén, la calle Mayor, el entorno del Mercado de San Miguel, la plaza de la Villa o en la calle de Vergara. Sin embargo, desde el Área reconocen que "ha resultado insuficiente" para frenar esta práctica. De ahí la nueva iniciativa del Ayuntamiento, con los agentes de movilidad supervisando en turnos de mañana y tarde las calles más problemáticas: las antes mencionadas junto a la Cava de San Miguel y calle Cuchilleros; calle Ruiz de Alarcón con Academia (Iglesia de San Jerónimo y Museo del Prado), así como el entorno del parque del Retiro próximo a la Puerta de Alcalá.

"Hemos recibido importantes quejas de los vecinos, los comerciantes, y del Palacio Real a través de la Guardia Civil", explica Carabante. El concejal señala ese "gris normativo" en torno a la actividad de los tuk tuks: ·"No son transporte turístico ni tampoco VTCs". Sin embargo, lo que es seguro es que "tienen que atenerse a las normas de circulación". Algo que, al parecer, no están cumpliendo. En 2024, el Cuerpo de Agentes de Movilidad denunció a 901 vehículos de estas características. En la mayoría de casos, por estar mal estacionados o por obstruir un carril de circulación, lo que vulnera los artículos 40, 75 y 76 de Ley de Seguridad Vial, así como el artículo 92 del Reglamento de Circulación. Desde Cibeles recuerdan que el importe de las denuncias es de 90 euros euros (falta grave) y 200 euros (falta muy grave por estacionar en lugar prohibido obstaculizando gravemente la circulación). Exactamente, las mismas sanciones vigentes para los vehículos particulares.

Si bien no hay "censo" de estos vehículos, al Ayuntamiento le consta que en Madrid operan seis empresas... sin la licencia correspondiente. De hecho, entre las quejas recibidas están las del sector del taxi. "Los turistas confunden este tipo de vehículos con los servicios del taxi", señala el concejal. De ahí que una de las iniciativas que se encuentran ahora mismo en estudio sea un límite en la concesión de licencias.

En todo caso, Carabante reconoce la complejidad del tema. Al ser una forma de movilidad inédita, está por ver si el Ayuntamiento tiene las competencias necesarias para regular los tuk-tuks. "Todavía no sabemos si tenemos capacidad normativa para regularlo a través de una ordenanza, a través de la Ley de Transporte Urbano, o el decreto que regula las actividades turísticas. Tenemos que estudiarlo con la Comunidad de Madrid para ver si tenemos capacidad suficiente", subraya. De ahí que sea muy difícil hablar de una ordenanza de tuk-tuks "a corto plazo".