¿Por qué los mejores vinos se encuentran a 1.000 metros de altitud?

.La cota del vino

El vino también es hijo de su tiempo y de las modas. El Santo Grial de la modernidad enópatica, es ahora la altitud. Los elaboradores han descubierto la pólvora para cargar cualquier vino con el arma de los 1000 metros donde encontrar el secreto. También en la Ribera del Duero se vive ese vértigo, y los indagadores recorren parcelas y senderos con esa misión. Un muy personal creador llamado Rodrigo Gonzalez, se ha encomendado sin tapujos a ese terruño que marca la altura y suelos ferruginosos.

Finca la Herradura es un vino de caminos escondidos, cuya denominación responde a la de la parcela donde nace; esos mismos paraje de amplitud de miras, son los que a uno le descubren este sorprendente vino en una estupenda casa de comidas cántabra llamada La Bicicleta, gracias a su sumiller, el preclaro Tote. Sus 6.500 botellas de la cosecha 2019, son moneda escondida para los iniciados, y lo mejor es que lo que se busca, aquí se encuentra. Mucha hondura de la fruta negra en diálogo con suave y persistente crianza, una fresca composición llena de evocaciones a ese paisaje que aquí es destino y acierto. Puede que incluso se pueda describir este vino, desde la larga hechura a la delicada recepción de las notas especiadas con las moras muy golosas.

Bodega: Altos del Enebro

Vino: Finca la Herradura 2019

D.O.: Ribera del Duero

P.V.P: 42 euros

www.altosdelenebro.es