Vinos de Vega Sicilia, su secreto en un libro

La tierra, esa que pisamos a diario, es el testigo privilegiado del paso del tiempo: en silencio guarda los secretos de todos los que han pasado por ella. Es una tierra que suma de manera progresiva capas y capas, como los capítulos que conforman un libro, y que da lugar a historias que se engrandecen con el paso del tiempo. Así nacen las leyendas.

Tempos Vega Sicilia es justamente eso, una leyenda, un gran maestro y ejemplo de la evolución que ha vivido el sector vinícola en España y en el mundo.

La familia Álvarez, que cumple 40 años al frente del grupo bodeguero, con esfuerzo, sacrificio y duro trabajo ha conseguido crear vinos únicos y reconocidos en todo el planeta, algo que no hubiera sido posible sin su inigualable gestión.

Un grupo familiar que forma parte del club de las marcas globales del lujo y la artesanía. El tiempo nunca pasa en balde —no corra a mirarse al espejo, que ya sabe lo que se va a encontrar— y un humilde servidor solo quiere compartir la huella que han dejado y están dejando los más grandes artífices del mundo del vino y de la restauración, aquellos que nos llenan de gozo cuando, en alguna que otra ocasión, solo tenemos nubarrones negros sobre nuestras cabezas.

Coincidiendo con el 40 aniversario, la historia de Tempos Vega Sicilia está recogida con maestría en el libro El misterio de Vega Sicilia, escrito por el periodista Alfonso Armada con fotografías de Luis de las Alas —uno de los mejores fotógrafos gastronómicos y retratistas del país, dicho sea de paso—. Este ejemplar, que se ha presentado en Madrid en el Club Matador, se perfila como el gran libro de vinos de la temporada. Editado en dos formatos —una edición de prestigio y otra de bolsillo—, desvela los secretos de la labor realizada por la familia Álvarez a lo largo de los últimos 40 años, desde que David Álvarez comprase la bodega el 15 de abril de 1982. Un viaje que ha llevado a Armada y De las Alas a visitar todas las bodegas del grupo, a conocer de primera mano las entrañas de la casa y a empaparse de la filosofía que sigue la compañía. Decía Carlos Gardel «que 20 años no es nada», pero 40 años dan para mucho más.

En este período, los Álvarez han convertido Vega Sicilia en un grupo bodeguero reconocido y prestigioso en todo el mundo, han creado cinco nuevas bodegas (Alión, en 1991, Oremus, en 1993, Pintia, en 2001, Bodegas Benjamin de Rothschild-Vega Sicilia, en 2009, y ahora, Deiva, en las Rías Baixas), han mejorado de forma indiscutible la calidad de todos sus vinos y han impulsado notablemente la expansión internacional del grupo.

Para alcanzar esos logros, han invertido unos 300 millones de euros, a lo que suman años de esfuerzo, mucha paciencia y miles de negociaciones para reunir historia, tradición, artesanía, calidad, excelencia e innovación. Horas y horas de trabajo que es palpable en los datos actuales del proyecto: Vega Sicilia vendía en 1982 unas 200.000 botellas y exportaba a cinco países y ahora puede producir en torno a 1,5 millones de botellas al año entre todas sus bodegas, que las exportan a más de 140 países. Lejos de descansar, Tempos Vega Sicilia también pondrá su semilla en Galicia. La compañía ha aprovechado esta efeméride para anunciar la creación de su nueva bodega; estará situada en las Rías Baixas (Galicia) para elaborar vinos blancos con uva Albariño, la clásica de la región.

Tempus Fugit, así que hay que aprovecharlo, y yo me veo en la obligación de contribuir a que mis queridos seguidores cumplan sus sueños. Por ello, considero que aquellos voraces y hedonistas lectores ya tienen su libro de cabecera para montar su ansiado imperio, ese que nos jubile de manera definitiva y nos permita disfrutar de Bora Bora por tiempo ilimitado y sin billete de vuelta a esta selva de asfalto. La de Tempos Vega Sicilia es una de esas historias motivadoras que nos llevan a soñar y que confirman que la excelencia y la cultura del esfuerzo siguen vivas.