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Los Greta Boys

Los líderes de Fridays for Future se reúnen en Madrid por primera vez en la historia del movimiento. Son 50 activistas adolescentes levantando el puño por el clima

Rueda de prensa de algunos integrantes del movimiento “Fridays for Future” durante la celebración de la COP 25 en Madrid. / Izq. a dha: Joel Peña, Limus Dolde, Jinhyum Park, Toby Thorpe, Lea Ilardo y Oladasu Adenike.
Rueda de prensa de algunos integrantes del movimiento “Fridays for Future” durante la celebración de la COP 25 en Madrid. / Izq. a dha: Joel Peña, Limus Dolde, Jinhyum Park, Toby Thorpe, Lea Ilardo y Oladasu Adenike.Luis DiazLa Razón

Cuando a Linus Dolder, representante sueco de Fridays for Future junto con Greta Thunberg, le piden una fotografía en solitario, su primera reacción es declinar la oferta. «¿No podemos salir todos juntos?«, pregunta a los medios de comunicación. «Quiero que estemos todos, cuantos más mejor», señala este joven de 16 años. ¿El resultado? Casi 50 activistas de diferentes países alzando el puño por el clima. Dispuestos a luchar y «actuar ahora», como repiten de manera incansable. «Somos una única voz formada por millones de activistas», reivindica Dolder, «millones de personas en las calles, reclamando justicia climática». Este viernes, de hecho, se reunirán de nuevo en la manifestación global por el clima convocada en Madrid.

El hecho es histórico para el movimiento Fridays for Future. Ayer fue la primera vez que líderes de los seis continentes –exceptuando Antártida– se reunían para unir fuerzas y mostrar que, efectivamente, la lucha de los jóvenes es global. La sala que les cedió la organización de la COP25 sirvió para congregarlos, pero todos los ponentes se mostraron de acuerdo en que ya no van a conformarse con el escaparate que los adultos han diseñado para ellos. «Los políticos no solo ignoran la emergencia climática, sino que además están liderando una guerra contra la acción», afirmó, combatiente, Dolder. «Protegen los intereses de la industria de los combustibles fósiles antes que los de los trabajadores», afirma contundente el representante europeo.

A su lado, Joel Peña, también de 16 años, se identifica como indígena del pueblo mapuche. Expone que lo sucedido en su país, Chile, y el resto de Latinoamérica es solo un «síntoma de que el modelo político y económico ha fallado en proporcionar dignidad y proteger el ecosistema que sostiene nuestra vida». La principal demanda de la facción chilena de Fridays for Future es «el cierre de todas las plantas de carbón para 2030». Asimismo, Peña, fue crítico con la ministra chilena Carolina Schmidt, a quien, a pesar de no estar presente en el evento, se refirió directamente: «Te pedimos que le digas a todos esos niños y familias que pasarán los próximos 20 años arriesgando sus vidas, que harás lo posible por protegerlos». Para este joven, «la solución pasa por que «todos los países incrementen su ambición para que podamos mantenernos por debajo de los 1,5 grados centígrados de calentamiento global». Los jóvenes «hemos hecho sonar la alarma», expresa. Ahora, «demandamos a los políticos que no nos fallen» y que «presenten planes ambiciosos para 2020» o «nos enfrentaremos a un futuro de caos climático».

Hace 15 años, en Corea del Sur, nevaba en invierno. Ya no. Jinhyun Park, de Seúl, explica así que los efectos del cambio climático son cosa del presente. En su país, los estudiantes pueden manifestarse, un derecho que reconoce como un «privilegio» con respecto a «otros países asiáticos en los que los jóvenes tienen miedo a la represión que les supondría protestar por el clima». Por ello, la veinteañera siente que debe hacer «todo lo posible por luchar, porque nos merecemos un futuro».

Más al sur, en Australia, «los océanos se calientan, la barrera de coral desaparece, se han incendiado dos millones de hectáreas y los estados insulares del Pacífico se hunden», expone Toby Thorpe, de 17 años, natural de Tasmania. «Esto es el cambio climático», exclama, «estas son las consecuencias de la inacción».

Una de las voces más críticas fue la de Lea Ilardo, de 21 años, residente en Quebec, Canadá. «Tiempo de actuar» es el eslogan de la COP25. Nosotros lo hemos hecho nuestro; ahora, es el momento de que los líderes lo hagan también». «El clima», dice, «no es un juego». Para Oladosu Adenike, de Nigeria, tampoco lo es: «Todos los días mueren cientos de personas en África, donde la injusticia climática es un crimen para nuestra existencia». El continente africano afronta diversas crisis medioambientales, como la desaparición progresiva del lago Chad o la selva del Congo. «Son estos problemas por los que no podemos callarnos. Ahora es ahora», reclama.