DGT
El paisaje de las ciudades está cambiando y los coches están dejando paso a las bicis y los patinetes eléctricos. Hasta hace apenas unos meses cada municipio tenía una regulación diferente y desde enero la DGT implantó unas normas básicas que prohíbe a ciclistas y patinetes circular por las aceras. Pero se trata de una legislación que no abarca toda la problemática que puede ocasionar en la circulación. En este momento, ciclistas, usuarios de patinetes, coches, autobuses y camiones conviven en la calzada. Y para eso, para mantener el equilibrio, ha optado por “calmar” la ciudad, la velocidad a 30 km/h en algunas calles. Para los coches y demás vehículos pesados es necesario estar en posesión de una carnet que requiere un examen teórico y práctico (que no es asequible precisamente), un seguro, una matrícula, el pago del impuesto de circulación anual y pasar la ITV de forma periódica. Bicicletas y patinetes, haciendo lo mismo, no requieren nada. Pero todas las condiciones anteriores hacen referencia a un tema de seguridad para todos. De momento, la DGT se limita a la formación voluntaria para usuarios de bicicletas y patinetes mediante cursos “on line”, estudia la obligación de tener un seguro y hacer obligatorio el uso de casco en profesionales (los conocidos como riders). Ha abierto un “Aula” de formación en la que anima a los ciclistas y conductores de patinetes a conocer las normas de circulación. Pero en el futuro, aunque este extremo ha sido desmentido por la DGT, puede convertirse en un sencillo examen “on line” al estilo del que existe en otras disciplinas según confirman diversas fuentes. En la actualidad, para conducir un ciclomotor que alcanza una velocidad máxima de 50 km/h se requiere un examen, poseer una póliza de seguro y pasar la ITV. Los patinetes en ciudad, teóricamente, no deben superar los 25 km/h, pero la realidad es otra bien distinta. En el caso de las bicicletas en carretera, por ejemplo, esta velocidad puede hasta superarse.
El presidente del RACC, Josep Mateu, planteó la necesidad de fomentar la formación y el conocimiento de la normativa de circulación urbana entre los ciclistas y usuarios de patinete y propuso la creación de un “titulín” o carné obligatorio que acredite un mínimo de aptitudes. En la presentación del III Barómetro RACC del Ciclista Urbano en Barcelona, Mateu subrayó que, según el informe, un 38 % admite que no conoce la normativa de circulación y que, a pesar de no estar permitido, un 36 % usa los auriculares y un 24 % el teléfono móvil. “Creemos que necesitamos más formación en normativa de circulación urbana. No en normativa solo ciclista, sino también, ya que convivimos con todos los otros medios, más formación en circulación urbana”, consideró Mateu, que explicó que trasladará esta propuesta a la Dirección General de Tráfico (DGT), al Ayuntamiento de Barcelona y al Servei Català de Trànsit. “No sé qué puede ser, si aquel tipo de ‘titulín’ que había en la náutica, que era un mínimo de conocimientos náuticos para poder llevar una embarcación. Ya que tenemos que convivir todos, pues que haya este mínimo de formación para todos”, apuntó el presidente del RACC. Aunque señaló que el mundo de la bicicleta es muy refractario a la obligatoriedad del casco, el seguro o la matriculación, Mateu defendió que estos conocimientos mínimos sí lo sean.
“Pedimos que se haga esta formación, que podría acabar en un carné o no, pero sí que se pidiera este tipo de formación para poder circular por la ciudad”, insistió Mateu. Al respecto, apuntó que “parece extraño que un ciclomotor que va a poca velocidad tenga que tener una licencia”, mientras que los patinetes y bicicletas eléctricas, que también pueden alcanzar velocidades relativamente altas, “no tengan la necesidad de cumplir ninguna norma”.