Movilidad urbana
SEAT MÓ Scooter: no sólo urbano
Diseñado para una óptima movilidad en ciudad, este vehículo eléctrico también puede ser una buena solución para recorridos interurbanos
Conseguir un vehículo con “cero emisiones”, o sea, cien por cien eléctrico, no cabe duda que es un auténtico reto técnico, pero también requiere de una voluntad de adaptación por parte de quien lo conduce y, sobre todo, del uso que se pretenda hacer con él. El nuevo scooter eléctrico de Seat reúne todas las condiciones que exigimos a un vehículo que deberá ser un medio de transporte eficaz a la vez que práctico. Deberá disponer de un asiento amplio y cómodo y que en su interior pueda alojar dos cascos. Deberá contar con una pantalla informativa, a modo de instrumentación, más que completa y con toda la conectividad que podamos imaginarnos. También, y quizá sea el punto más importante, sus prestaciones, velocidad media, autonomía y agilidad dinámica, deberán facilitar un uso urbano intenso, pero también deberá facilitar una utilización extra urbana, porque no todo el mundo vive en las ciudades, algunos residen fuera de ellas. Todos estos requerimientos básicos, los cumple a la perfección esta nueva oferta de Seat.
Su “combustible” se almacena en una enorme batería eléctrica lateral y desmontable que, mediante una sencilla operación, se convierte en una maleta con ruedas que permite llevarla con nosotros a la oficina o a nuestro domicilio para su recarga. Esta batería nutre de energía a un motor eléctrico que rinde 12 caballos de potencia; un potencial que, además, le permite un gran dinamismo, no solo en ciudad, sino también en recorridos medios no tan urbanos.
Coincidiremos en que todo vehículo movido por un motor eléctrico crea a su usuario muchas dudas en cuanto a su autonomía, y eso se traduce en una cierta ansiedad a la hora de su utilización fuera de lo que se define como su entorno natural: la ciudad y sus calles. Quizá, por estar poco habituados a esta nueva tipología de motores en el mundo de las dos ruedas, las dudas aumentan cuando, una vez planteada la compra de una moto eléctrica, nos damos cuenta que, por residir fuera de la gran ciudad cada día deberemos cubrir una distancia, por decir algo, de unos 50 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, y es en este punto donde las dudas sobre la autonomía real se traducen en ansiedad. El MÓ es la respuesta, porque puede asumir estos recorridos extra urbanos con total solvencia con un muy buen feeling en su conducción, y todo ello gracias a su magnífico chasis, a su bajo centro de gravedad y a las prestaciones de su motor que, eso sí, deberemos gestionar con los tres modos de conducción de que dispone: Eco, City y Sport, además de una suave marcha atrás, tres formas de funcionamiento con las que deberemos trabajar para sacarle todo el jugo posible a esos silenciosos pero intensos 12 caballos de energía, garantizando, además, la máxima autonomía posible que sobrepasa con creces los 120 kilómetros.
En recorridos urbanos, el modo Eco, el que ahorra al máximo la energía almacenada, sería el más lógico, aunque limita su dinamismo. El modo City, el más recomendable tanto en la ciudad como fuera de ella, convierte al MÓ es una auténtico scooter. En cuanto al modo Sport, como es lógico, ofrece el máximo de potencia, pero es el que más consume. Un dato importante, la velocidad punta del MO está limitada a 100 km/h, quizá un poco más, que en recorridos extra urbanos puede parecer poca, pero suficiente si lo que buscamos es movilidad. Cuando desaceleramos, o frenamos, se recupera algo de energía.
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