El Salón del coche de ocasión abre sus puertas en Madrid

La feria reúne en IFEMA más de cinco mil vehículos de segunda mano y representa una buena oportunidad para cambiar su viejo modelo por otro más moderno

España es el segundo país de la Unión Europea que tiene el parque automovilístico más antiguo. Sólo podemos encontrar coches más viejos en Grecia. Como media, los que circulan por nuestras carreteras tienen más de once años sobre sus ruedas. Algo que representa un problema tanto desde el punto de vista de la seguridad como de la emisión de gases. Se calcula que un automóvil con dos lustros de edad contamina diez veces más que uno nuevo.

Ante la falta de ayudas del Gobierno para incentivar la compra de coches nuevos, una solución para muchas familias es recurrir al mercado de segunda mano. El llamado mercado de V.O. (vehículos de ocasión) que mueve casi el doble de transacciones que el de vehículos nuevos, como lo corroboran las cifras de operaciones realizadas en los cuatro primeros meses del año que se pueden encontrar en el cuadro adjunto. Un sector que, entre enero y abril de este año, ha tenido un crecimiento de más de cuatro puntos frente al mismo periodo del año pasado, mientras que las matriculaciones de coches nuevos reflejan una cifra similar... pero en negativo.

Si quiere cambiar un coche muy antiguo por otro con menos años, esta puede ser una buena oportunidad. En la edición del pasado año de esta misma feria se realizaron 4.300 ventas, lo que supone más de setecientos coches vendidos cada día. Es decir, el 80% de los coches presentados cambió de manos. Sin duda, una buena noticia tanto desde el punto de vista del éxito de la exposición como de disminución de las emisiones a la atmósfera, suponiendo que los modelos caducos hayan sido achatarrados.

En la muestra se podrán encontrar automóviles de todas las marcas, de todos los modelos y de diferentes tecnologías. Las decisiones de los compradores de segunda mano se mantienen en las tendencias de compra de los últimos años. Es decir, la mayoría adquiere vehículos movidos por motores diésel, concretamente un 63,1%, en tanto que el 35,8% se inclina por la gasolina y sólo una pequeña proporción busca los de combustibles alternativos.

Pero hay que comprar con todas las garantías. Es cierto que todos los coches expuestos han pasado un riguroso control y su buen funcionamiento está garantizado. Pero nunca está de más darse una vuelta y realizar nuestra propia inspección ocular para evitar sorpresas desagradables.