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Ford Mustang, el mito perdura
El más famoso de los deportivos americanos ha vuelto y en LA RAZÓN TV lo hemos probado
El nuevo Ford Mustang llega con más potencia, más eficiencia, mejor conducción dinámica y con un diseño más agresivo,pero sin perder la esencia de este modelo, un auténtico «muscle car». Hay muy pocos modelos que se reconocen por su nombre. El Ford Mustang es uno de ellos. Tras años, muchos, de cambios y adaptaciones, unos con éxito y otros no acertados, el Mustang 2018 recupera su estilo que le hizo ser el deportivo americano más popular. Y lo hace con una inequívoca vocación de gustar no sólo al cliente de su país de origen, menos exigente, sino también para consolidar su mercado en el continente europeo. Para ello cuenta con un potente motor V8 de 450 caballos y una nueva transmisión que lo hace más fácil de conducir, pero que no le resta un ápice de su personalidad. Además, añade a su interior un acabado «premium» que hace del nuevo Mustang un auténtico GT a la europea, pero con estilo americano: morro alargado, ancho y poca decoración exterior. Unas formas que quieren recordar al Mustang Fastback verde de Steve Mc-Queen en la película Bullit (1967) por las calles de San Francisco.
El éxito de este vehículo en Estados Unidos desde que se lanzó hace un par de años, ha roto todas las previsiones de Ford en Europa. Históricamente el Mustang fue un modelo sólo para los norteamericanos.Pero esta última versión ha pegado fuerte no sólo por su precio, el más económico entre los GT, sino por su fama de décadas. Exteriormente es más atractivo que la versión anterior. Ofrece unos rasgos más agresivos que le aportan un estilo propio que le diferencia de otras marcas europeas. Su carrocería es más estilizada, el perfil del capo es más bajo y mantiene su inconfundible frontal. Los faros delanteros y los pilotos traseros recuperan el estilo de los años sesenta. Su parte trasera mantiene un inconfundible diseño vertical, aunque añade un amplio difusor flanqueado por dos salidas dobles de escape.
Por lo que se refiere a la mecánica, destaca su voluminoso motor V8 de 5 litros de cubicaje, que rinde 450 caballos, es decir, 30 más que en el modelo anterior. En Europa también llega un cuatro cilindros EcoBoost. Pero el auténtico Mustang es el V8, tanto por prestaciones como por precio. Al volante nos encontraremos con un coche ágil, nervioso, furioso en su rendimiento y acompañado por una impresionante sonoridad de su tubo de escape, en el que podemos modular su sonoridad a nuestro gusto. Y en la posición denominada «buen vecino», amortigua absolutamente el rugido de su potente motor. Por su parte, el cuatro cilindros EcoBoost de 2.3 litros rinde 290 caballos, es más silencioso y sólo consume 9 litros a los 100 km., frente a los cerca de 20 que consume el V8. Conducir el V8 es un placer. Añade a su amplio equipamiento, varias configuraciones que gestionan distintos parámetros de la respuesta del motor, la caja de dirección y la estabilidad en general. Destaca una función muy americana: «line lock», que es un modo para salir «quemando ruedas». Y como opción, muy recomendable, ofrece su nuevo sistema de suspensión «MagneRide» que actúa mediante imanes alojados en los amortiguadores y resulta muy efectivo.
Los ingenieros de Ford han dotado al nuevo Mustang de todos los sistemas de control dinámico posibles, para poder ofrecer a un precio muy bajo uno de los mejores GT del momento. Todo un mito de la historia del automovilismo que, desde el punto de vista de la imagen y la economía de compra y mantenimiento, bate de largo a todos sus rivales.
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