Industria

El sector del automóvil al completo se harta de la inacción del Gobierno

Respalda la dimisión de Griffiths en la patronal y acusan a Sánchez de ignorar sus propuestas

El presidente de Seat, Wayne Griffiths, durante la conferencia de prensa de presentación de los resultados de Seat de 2021
Wayne Griffiths, durante una conferencia de prensaQuique GarcíaAgencia EFE

La totalidad de los empresarios del motor han transmitido su felicitación y apoyo al hasta el pasado jueves presidente de Anfac, Wayne Griffiths (también presidente de SEAT y CUPRA), que dio un golpe encima de la mesa dimitiendo como presidente de la patronal de los fabricantes de automóviles para poner en evidencia la inacción del Gobierno en varias materias que afectan al sector del motor y, en especial, por la falta de definición en lo que respecta al desarrollo de la movilidad eléctrica en nuestro país, a la cola de Europa.

Griffiths se cansó de esperar el cumplimiento de las promesas realizadas por el presidente Sánchez en numerosas ocasiones acerca de la renovación y reforma de los planes de ayudas a la compra del coche eléctrico y de las acciones encaminadas a desarrollar la infraestructura de cargadores, que ahora resulta muy escasa. Para continuar la reclamación de los planes de desarrollo de esta red y de un eficaz paquete de medidas de promoción del coche eléctrico, las 58 empresas integrantes en la asociación se reunirán próximamente para elegir a un nuevo presidente. Aunque aún no hay fecha de la asamblea que tendrá esta elección como principal punto del orden del día, se da por seguro que el nombramiento se decidirá antes de mediados de julio.

Aunque no hay un candidato ya designado, casi todos los pronósticos se inclinan hacia la figura de Josep María Recasens, presidente y director general del Grupo Renault en España. Coinciden en él algunas virtudes como son el perfecto conocimiento de la industria y el comercio del automóvil español junto al hecho de tener a su cargo varias de las más importantes plantas de fabricación de vehículos en nuestro país.

Lo que es seguro es que el nuevo presidente mantendrá las reivindicaciones del sector pese a que, si bien se mantienen los contactos con la Administración, las iniciativas al respecto que debe tomar el Gobierno no llegan nunca. Hace no mucho, el máximo responsable de una de las empresas que tienen fábricas en España comentaba en público que «nos oyen, pero no nos escuchan», frase que resume las relaciones entre los fabricantes y el Gobierno. Algo preocupante ya que el sector del motor supone más del 10% del PIB nacional y el 9% del empleo, además de aportar las mayores partidas económicas para tratar de equilibrar la balanza de pagos nacional.

Lamentan las empresas del sector el caso omiso de la Administración a todas las propuestas realizadas para mejorar la situación del sector y califican la situación de preocupante. Y ponen como ejemplo de la inacción del Gobierno en hechos concretos como que el plan Moves de ayudas para la compra de turismos y vehículos comerciales electrificados termina el 31 de julio y sus fondos están prácticamente agotados, generando más incertidumbre a los clientes. Anfac propuso al Gobierno un sistema de ayudas directas a la compra de vehículos electrificados e incentivos a las empresas para cumplir los objetivos de descarbonización, pero no ha obtenido respuesta. También se quejan del desarrollo de la red de infraestructura de recarga pública, que sigue siendo inadecuada para alcanzar los objetivos de cobertura que se exigen al sector. El propio Sánchez se comprometió el pasado mes de febrero con ocasión del Foro Anfac a modificar los planes de ayuda al usuario y a fomentar la descarbonización y la electrificación. «Tras cuatro meses, no tenemos noticia alguna al respecto», dicen los empresarios.

Precisamente, en este periodo se ha producido un estancamiento del mercado de turismos electrificados. En vez de acelerar, en el periodo de enero a mayo del presente año la cuota se sitúa en el 10,5% del total, tres décimas menos que hace un año. En paralelo, la desconfianza que se ha generado hacia el vehículo eleva la incertidumbre del consumidor y retrasa su decisión de compra, llevando a un mercado por debajo de 2019, penalizando la renovación del parque y la consiguiente reducción de emisiones. Los fabricantes denunciaron el mismo día de la renuncia de Griffiths a su cargo de presidente en Anfac que «para alcanzar el futuro hay que actuar ya, y los fabricantes necesitamos un mayor apoyo y colaboración».