Selectividad

Nervios y estrictas medidas de seguridad marcan el inicio de EBAU en Murcia

Los organizadores de las pruebas aseguran que este años cuentan con “mucha experiencia previa” tras un 2020 más incierto

Varios alumnos afrontan los exámenes de EBAU en el Campus de la Merced de la Universidad de Murcia este martes. Murcia es la primera de toda España en hacer la prueba. EFE/Marcial Guillén
Varios alumnos afrontan los exámenes de EBAU en el Campus de la Merced de la Universidad de Murcia este martes. Murcia es la primera de toda España en hacer la prueba. EFE/Marcial GuillénMarcial GuillénAgencia EFE

Nervios y confianza marcan este martes el inicio de las pruebas de la Evaluación de Bachillerato de Acceso a la Universidad (EBAU) para 7.263 alumnos de la Región de Murcia, primera comunidad donde se realizan este año, y que como el anterior están marcadas por estrictas normas sanitarias por la pandemia.

Los exámenes, que se prolongarán hasta el jueves, se desarrollan en 15 sedes repartidas en 8 municipios, fundamentalmente en espacios de las universidades públicas de Murcia y Cartagena, donde las normas anticovid se han aplicado a rajatabla para salvaguardar la salud de los aspirantes, que han acudido a las pruebas enfundados en mascarillas y provistos de hidrogel.

Estrictas medidas de seguridad

Mascarillas, hidrogel, distancia de seguridad, servicios de limpieza de aulas e imposibilidad de prestarse objetos son algunas de las medidas de seguridad implementadas, según ha explicado a Efe la vicerrectora de Estudios de la Universidad de Murcia (UMU), Sonia Madrid, quien ha señalado que una comisión organizadora “ha dedicado muchas horas” a preparar las pruebas de la EBAU para que la logística sea “extraordinaria”.

“Este año contamos con mucha experiencia previa después del pasado ejercicio donde la situación era más incierta, ya que se salía de un confinamiento estricto a una reunión de 8.000 personas”, ha apuntado Madrid, quien ha indicado que tras inscribirse para hacer la EBAU, los alumnos recibían un mensaje en sus móviles con un punto de localización a las puertas de los centros al que tenían que acudir el día del examen para evitar aglomeraciones en los pasillos.

Una vez en el punto de localización, los profesores les han acompañado a las aulas, donde los 7.263 alumnos de la fase general, a los que se les han sumado 1.146 de años anteriores (600 menos que en 2020), se sentaban separados a un metro y medio de distancia.

La vicerrectora de Estudios de la UMU, que también ha dirigido la organización de la EBAU, ha destacado que este año se han abierto “convocatorias de incidencias” tanto en las pruebas que se inician este martes como en las que tendrán lugar en julio para que los estudiantes que tengan covid o presenten síntomas puedan hacer los exámenes de acceso a la universidad, y, hasta el momento, “solo una alumna lo ha solicitado”.

Nervios y confianza

Los nervios y la tensión han marcado el comienzo de la jornada entre los jóvenes aspirantes que, dando vueltas en círculos recitando la lección o haciendo quinielas sobre el temario que entraría en los exámenes, intentaban tranquilizarse y centrarse antes de entrar a las aulas.

No obstante, mostraban en su mayoría confianza en pasar las pruebas con buenos resultados, como es el caso de Mario, quien afirmaba llevarlo “bastante bien” pese a que ha sido un “curso con algunos problemillas por lo particular de no asistir a clase”, algo que no considera una desventaja con respecto a otros años, ya que dice estar “igual de preparado o mejor, si cabe”.

Para Hugo, que sentado a las puertas de la Facultad de Letras de la UMU aprovechaba para estudiar antes del comienzo de los exámenes de Lengua, Historia e Idiomas, el inicio del curso fue “complicado por la semipresencialidad, pero al volver a clase fue todo bastante normal y se pudo terminar el temario”.

En este coincide con Maite, quien confiesa tener “nervios pero controlando” y espera que “salga todo bien porque ha habido tiempo para prepararse”, y también con Abril, que aspira a conseguir la nota suficiente para ir a Sevilla a hacer un doble grado de Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas, y afirma estar contenta con que Murcia sea la primera comunidad en hacer las pruebas porque “cuanto antes me lo quite mejor, mas verano y menos nervios”.

Por su parte, Alberto, que quiere estudiar el doble grado de Matemáticas e Informática, cree que ha sido un curso complicado, pero el haber dedicado “muchas horas al examen” le hace afrontarlo con tranquilidad, como les ocurre a María Dolores y a Elena, que destacaban la incomodidad de tener que habituarse a estudiar en casa y “no poder preguntar al profesor cuando surgían dudas”.

También ha sido un curso incómodo para Jacinto, quien aseguraba que “la organización ha sido un desastre”, ya que en un año ha tenido cinco profesores distintos de matemáticas, y su compañero Pablo afirmaba que el no haber podido asistir a clase durante todo el curso puede convertirse en “un agravio comparativo” con estudiantes de otras comunidades.

“Ha sido un año muy difícil, muy extraño, pero estoy muy contenta de haber llegado hasta aquí”, afirmaba a las puertas de la Universidad de Cartagena Sole González, algo que ratificaba su compañera Victoria Gómez, quien se mostraba segura con las medidas anticovid aplicadas en las sedes universitarias para el desarrollo de las pruebas, ya que “llevando mascarilla y manteniendo la distancia, no debe haber contagios”, afirmaba