Historia
El corazón de Alfonso X El Sabio, más cerca de los murcianos
El Ayuntamiento de la capital anuncia la restauración de la urna que contiene esta reliquia en la Catedral de Murcia
Fue un deseo del rey Sabio. A pesar de que sus restos mortales están sepultados en la Capilla Real de la Catedral de Sevilla, Alfonso X siempre llevó a Murcia en su corazón. Por eso, la urna que contiene este órgano y sus vísceras se encuentra en el altar mayor de la Catedral de Murcia, pero su estado no ha sido ajeno al paso de los tiempos. La humedad y el desgaste han hecho mella en la piedra caliza, según apuntan fuentes municipales.
Por este motivo, el Ayuntamiento de Murcia quiere revalorizar esta reliquia, en el marco de las múltiples actividades e iniciativas que está llevando a cabo para celebrar el 1.200 aniversario de la fundación de la ciudad. El Consistorio, en colaboración con el Cabildo Catedralicio, ha anunciado una inversión que asciende a los 45.000 euros y que promete devolver el esplendor a este pedacito de la Historia. El plazo estimado de ejecución de estos trabajos será de dos meses.
“Hablamos de una recuperación integral, tanto de la urna como del entorno. Es una urna custodiada por dos solemnes heraldos maceros, que velan con sus mazos a hombros el sepulcro. Un símbolo del legado que ha perdurado a lo largo de tantos siglos”, apunta la vicealcaldesa Rebeca Pérez, en declaraciones a LA RAZÓN. Así, se rinde tributo a una figura histórica, arraigada en el imaginario colectivo de la capital. Un rey que dedicó su vida a la Justicia, al conocimiento y la Cultura.
La restauración consistirá, principalmente, en un estudio histórico preliminar que pasa por un diagnóstico, que permitirá determinar con exactitud los daños exactos que sufre el monumento. Un equipo de arqueólogos y arquitectos municipales se encargarán de realizar esos trabajos, que estriban en limpiar y consolidar la piedra; así como la eliminación de las sales que amenazan la estructura y la reintegración cromática de los relieves. Unas tareas que se van a hacer, gracias a la aplicación de tecnologías de última generación.
La arqueóloga municipal, Pilar Vallalta, en declaraciones a este periódico, explica que “actualmente, por problemas de humedad capilar sobre todo, el monumento tiene una patología y unas deficiencias que, a día de hoy, se están viendo con una serie de manchas blanquecinas que son, en realidad, la degradación de las reintegraciones que se hicieron en 1997”. Una vez determinada la ‘dolencia’ que aqueja a la reliquia, se procederá a subsanarla con tratamientos mínimamente invasivos, para que luzca como nueva para murcianos y visitantes. En este sentido, Vallalta asegura que se aplicarán “métodos nuevos con nanopartículas y, después, haremos el retoque de todas las reintegraciones polimétricas. Haremos nuevas reintegraciones con una metodología nueva y materiales con mejor mantenimiento, totalmente transpirables, así como un tratamiento antihumedad, para evitar que suba la humedad capilar”.
Un legado histórico
Si retrocedemos al siglo XVI, recordaremos que fue Carlos I quien ordenó el traslado de las vísceras de Alfonso X El Sabio a la Catedral de Murcia, con el objetivo de que reposasen en un sepulcro, que fue ordenado construir por el concejo. A lo largo de los años, la reliquia ha necesitado de varias intervenciones. Una, en 1854, tras el incendio de la Catedral y, otra, hace 28 años, cuando un equipo de arqueólogos intervino para atajar los problemas de humedad que sufría la urna con los restos del rey Sabio.
Este es, sin duda, un primer paso para atraer turistas y visitantes al templo más visitado de la capital, para que puedan contemplar en todo su esplendor este legado de la Historia de una ciudad y de un monarca, que se quedó prendado con los maravillosos atractivos que esconde esta tierra.