Suspenso a la accesibilidad en el parque de viviendas de la Región de Murcia

La accesibilidad sigue siendo uno de los asuntos pendientes en muchos ámbitos de la sociedad, y la construcción no se libra de ello. Pese a que la forma de trabajar ha evolucionado hacia una edificación más concienciada, quedan muchos edificios en los que es necesaria una rehabilitación y adaptación a las necesidades poblacionales. Así, el 87 por ciento de los edificios de viviendas de la Comunidad necesitaría realizar actuaciones de eliminación de barreras arquitectónicas para mejorar su accesibilidad.

Así lo recoge la Fundación Mutua de Propietarios en el informe "Accesibilidad en el edificio: ¿gasto o inversión?", donde señala que estas obras supondrían un coste medio por hogar murciano de 2.411 euros.

El punto de inflexión, señala la Fundación, es cuando en el edificio o vivienda residen personas con movilidad reducida sea por motivo de discapacidad o por edad avanzada, porque hasta que llega ese momento, "la accesibilidad no recibe la importancia que merece, y se percibe como un gasto más que como una inversión".

El informe hace un repaso por los principales necesidades en esta materia, y desvela que uno de cada cuatro edificios tiene un escalón en el acceso al portal; además el 53 por ciento de los edificios murcianos tiene porteros automáticos no accesibles desde una silla de ruedas, al igual que 7 de cada 10 edificios tienen sus buzones elevados y, por tanto, también inalcanzables. Finalmente, aunque el 82% de los portales de acceso al edificio tienen el tamaño adecuado para pasar con silla de ruedas, el 56% pesa demasiado.

Sin embargo, el principal obstáculo es el ascensor, o la ausencia de él. Un 22 por ciento de los edificios de viviendas comunitarios en la Región no dispone de ascensor y, de los que sí disponen, un 3 por ciento tiene un escalón que dificulta su accesibilidad. "Quienes no cuentan con ascensor lo reclaman como una medida urgente", señala la fundación, que también recoge la petición ciudadana de instalar una rampa o una plataforma elevadora eléctrica.

Factor económico

Según el informe, el principal motivo que frena el paso a la accesibilidad es el factor económico, a pesar de que los murcianos "están cada vez más concienciados en la necesidad de adaptar el edificio a las futuras necesidades". En este sentido, apunta a que "la barrera de los 2.000 euros por hogar es el punto de inflexión para considerar probable o no probable llevar a cabo las mejoras".

Asimismo, la falta de acuerdo entre vecinos también es otra de las razones por las que no se invierte en accesibilidad. "Muchas de las viviendas no accesibles son propiedad de personas con bajos recursos por lo que se evidencia la necesidad de que administración e instituciones contribuyan a hacer posible que se lleven a cabo actuaciones para la eliminación de barreras arquitectónicas”, explica Laura López Demarbre, vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Mutua de Propietarios.

Por todos estos motivos, los murcianos ponen una nota de 5,9 sobre 10 a la accesibilidad, una nota que baja cuando se le ponen a la persona ante la tesitura de valorar la accesibilidad para una persona con movilidad reducida.