Cádiz

No tenemos el Congo «pa» farolillos

La Razón
La RazónLa Razón

Éste es el nombre de la chirigota que ganó el primer premio en la final del teatro Falla de Cádiz. El título es muy de revista del Paralelo de Barcelona, quizás más del teatro de Manolita Chen. Sin duda, la citada gala final es la noche más larga que posiblemente se celebre en un teatro a nivel mundial. Tengo dos grandes amigos maestros en este gremio –no de las chirigotas, del periodismo– que son adictos al carnaval gaditano. Uno es Antonio Burgos, sevillano de nacimiento y vida que añade Cádiz como ciudad amada. Sólo desde esta situación se pueden escribir sus «Habaneras de Cádiz». El otro es Carlos Herrera, que une nacimiento en Almería, casamiento con Sevilla y Cádiz en el alma. Desde que empiezan los concursos todos los días Herrera dedica un tiempo al mismo en día de programa. A mí Cádiz –me encanta repetir su nombre– me es necesaria. De vez en cuando cojo el tren y me voy solo a callejear por tan melancólica ciudad, que en cualquier esquina te puede estallar con la gracia más grande. Me encantan sus coplas, me parecen deslumbrantes sus calles en carnaval, pero reconozco que no he entrado del todo en el alma de estas fiestas. A mi edad me parece que ya mi única «Madrugá» va a seguir siendo la del Viernes Santo. Estamos en un momento tan especial que cualquier comentario, artículo e incluso opinión que se pueda dar tiene enseguida la airada respuesta de algún colectivo. Las comparsas y chirigotas no se han librado del fenómeno imperante. La Familia Real, todos los presidentes del Gobierno, artistas, deportistas y toreros no se han librado de dardos divertidos y ocurrentes. Por favor, que estamos en carnaval y no en cualquiera, en el de Cádiz. Precisamente, la chirigota ganadora ha tenido de copla base una titulada «El SAS», por el Servicio Andaluz de Salud. Iban disfrazados de tribu negra africana y hacían la comparación con los servicios médicos de ciertos países africanos de forma dura, pero con toda la gracia de esa tierra. Por cierto, también ha tenido críticas este grupo por racismo. Ya está bien. Me acojo al titular en plan optimista. Quiero tener el Congo para farolillos y lucecitas de colores.