Opinión
Noticias silenciosas
Hay noticias silenciosas que retratan a una sociedad y avergüenzan a sus ciudadanos. Esas noticias mudas son como los asesinos silentes que avanzan seguros y confiados en su camino a la ignominia, amparándose en la sordera y la ceguera del entorno.
Una de esas noticias tuvo como protagonista a una mujer de 24 años, Zeinab Sekaanvand, ejecutada en Irán tras ser acusada de matar a su marido. La joven era víctima de violaciones constantes y de un delito continuado de malos tratos por parte de su marido, con el que se casó cuando tenía 15 años. Dos años más tarde, fue detenida y condenada a muerte. Todo esto sucedía cuando todavía era menor de edad. Pero no parece que en países como Irán la edad sea un impedimento para las autoridades judiciales, policiales y gubernamentales. De hecho, la de esta joven es la quinta ejecución de una persona que era menor de edad en el momento que sucedieron los hechos. Según Amnistía Internacional, Zeinab fue torturada durante la detención y el interrogatorio, y confesó bajo coerción haber asesinado a su marido. Más tarde, la mujer se retractó de su testimonio inicial pero de nada sirvió. Nadie la escuchó, nadie la creyó, y si lo hicieron, no les vino bien dar pábulo a su rectificación, tampoco durante el juicio.
Sucedió un 2 de octubre, hoy hace una semana. Seguramente recordarán qué noticias copaban los medios de comunicación aquel día, qué informaciones abrían los noticiarios y llenaban las tertulias. El asesinato de Zeinab Sekaanvand no era una de ellas. No hablar de su muerte, es matarla dos veces.