Opinión

Poco a poco

A medida que avanza inexorable el juicio a los independentistas catalanes, vamos conociendo las pruebas y la investigación de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Son datos referidos a la trama del «procés»: gastos, contratos con sus consabidas comisiones y estrategias escritas. Poco a poco las vamos conociendo. Solo que esta vez no las sabemos por investigaciones periodísticas ni comisiones parlamentarias, sino por las declaraciones de testigos e investigaciones de los cuerpos de la Seguridad del Estado. Bueno es saber a qué se dedicaban en lugar de a gobernar, que eso ya sabíamos que no lo hacían.

Entre otras cosas, la Guardia Civil investiga al ex presidente de la Generalitat Artur Mas por su participación en los contratos que pretendían crear el estado catalán. Siempre la pasta delatora. Pero hay otros frentes: Francesc Sutrias, director de Patrimonio de la Generalitat, mantuvo – entre otras actividades– un encuentro con los dueños de Unipost para destruir pruebas relacionadas con el referéndum ilegal del 1 de octubre del 17. Dinero y corrupción. Y más dinero y la misma corrupción en los 17 millones de euros que la Generalitat gastó en la creación de una agencia tributaria para la futura República Catalana.

El juicio va a poner sobre el tapete una sarta de actividades ilícitas que nada tiene que ver con las soflamas políticas que los acusados vertieron en sus primeras intervenciones. Decían que no habían hecho nada. Pues sí, hicieron muchas cosas y engañaron también a muchas personas.

En esa línea, no me extrañan las frases que se han filtrado de una conversación entre Carme Forcadell con otra presa en Alcalá Meco: «Yo no sé que hago en la cárcel, a mí me han engañado» o «me dijo Junqueras que no me iba a pasar nada». Pues sí: van a pasar cosas.