Opinión

Como Pedro por su casa

Sánchez ha entrado en el Gobierno como Pedro por su casa pero no con el significado de «entrose como Pedro en Huesca», ya que Pedro I de Aragón conquista Huesca para el Reino de Aragón, nos conformamos con que defienda la soberanía nacional, sino por su exceso de confianza, por su impertinencia y del mal uso o abuso del dinero público. Usa el Falcon sin discreción dependiendo del capricho del momento, un concierto musical, una boda familiar. Usa el CIS como un mantra tibetano. Si se siente acorralado tira del lama Tezanos para que le cante una encuesta del CIS y pueda conseguir la armonía entre el cuerpo y la mente que los hechos, los datos y las malas compañías no le dan y así, llenarse de energía. Ha entrado en La Moncloa como un elefante en una cacharrería, rompiendo lo que estaba bien con el único fin de cambiarlo todo, como la reforma laboral, con la que se estaban creando 7.900 empleos al día y ahora se destruyen 6.800. La tropelía no acaba ahí, ha decidido utilizar los Consejos de Ministros, la Diputación Permanente y a los funcionarios como manuales de campaña electoral. Todo y todos a su servicio propagandístico, saltándose todas las reglas de la democracia y del buen gobierno. ¡Marchando una de viernes sociales y otra de argumentarios contra el PP!, ¡total lo va a pagar el contribuyente! Querido Sánchez después del poder, hay que saber tener el dominio de su uso. Decía el historiador romano Tácito que «el poder conseguido por medios culpables nunca se ejercitó con buenos propósitos».