Recta final para el acuerdo

No quedaba mucho tiempo más. Mañana se constituye la Mesa de la Asamblea de Madrid. Y, como no podía ser de otra manera, ayer se reunieron Ciudadanos y Vox para intentar desbloquear este juego insoportable de postureos que ya duraba dos semanas. La contrapartida de Ciudadanos fue anunciar, también ayer, que se abrían a negociar la presidencia de Castilla y León con el PSOE. Una de cal y otra de arena. Lo que al final suceda lo veremos pronto. Pero lo primero, como decía, sucederá mañana. Lo que me cuentan de estas negociaciones es revelador. Vox, tanto en la reunión que tuvo con el PP, como en la de ayer con Ciudadanos se mostraron más preocupados por pactar cuestiones relativas al programa, mientras que Ciudadanos parecían más interesados en los cargos y en la imagen que pueda quedar del partido tras los acuerdos. Hasta ahí nada nuevo.

Pero precisamente por ello, no hay que quitar el ojo de la segunda fecha determinante. La primera –como decía– es mañana, martes, para la Mesa de la Asamblea de Madrid; y la segunda es el sábado en el que se constituirán todos los ayuntamientos. Los pactos, afortunadamente, también tienen fecha de caducidad, y para el próximo sábado tendrán que tener acuerdos cerrados si no quieren quedarse unos y otros sin nada. Y el principal acuerdo es la alcaldía de Madrid.

En Génova no están por negociar ninguno de los dos cargos: ni la Presidencia ni el Ayuntamiento de la capital. Allí cuentan que Ciudadanos ha intentado mantener reuniones que incluyeran alcaldías y presidencias de toda España. Era una forma de sacar rentabilidad a la negociación. Pero los populares estaban por las mesas en cada circunscripción y ciudad. Tenía lógica, pues en cada lugar negociaban personas distintas. Como tiene lógica la postura de Vox. Yo cierro un acuerdo de gobierno y, ya que no tengo aspiraciones de cargos relevantes –tan solo parciales– puedo echar por tierra mis apoyos si se cambia el discurso. Lo hemos visto en Andalucía con sus presupuestos, y esa ha sido la mejor advertencia de lo que podría ocurrir.

Pero Ciudadanos quieren visibilizar su presencia para no quedar de comparsas o muleta del PP en toda España. Por eso no me extraña lo de Castilla y Léon, aunque resulte ridículo el desencuentro entre ambos partidos. Pretender que el PP acepte que la Presidencia de la Junta, las consejerías, las secretarías generales, direcciones generales, además de las presidencias de diputaciones y alcaldías de municipios de más de 20.000 habitantes solo permanezcan dos legislaturas en el cargo, recuerda a aquella otra exigencia de Ciudadanos de imponer primarias a todos los partidos con los que pactaba. Petición que ahora no cumplen ni siquiera ellos.

Mañana veremos algo. El sábado mucho más. Pero hasta comienzos de julio no tendremos presidente o presidenta madrileño. Si al menos tanto pacto garantizara estabilidad, lo daría por bueno, pero no se hagan ilusiones. Ni siquiera eso.