Opinión

Mary Santpere

María Santpere i Hernàez, nació en la ciudad de Barcelona en 1913 y falleció en 1992. Conocida como la «catalana» o «Mary Santpere», fue una de las más reconocidas «show-woman» de España, desde los albores de la guerra civil hasta su muerte en el avión que cubría el puente aéreo entre Madrid y Barcelona. Hija de «Papitu» Santpere, empresario y actor de teatro, conocido como «rey del Paralelo» y de la actriz, bailarina clásica y cantante, Rosa Hernáez.

Fue su padre quien descubrió las excepcionales cualidades artísticas de su hija, cuando interpretó por casualidad su primer papel sustituyendo en «Don Juan Musical» a una actriz que se había puesto enferma. Un público incrédulo se pasó toda la actuación riéndose a mandíbula batiente, al ver a una mujer alta y desgarbada haciendo de Doña Inés con un vestido que le quedaba estrecho. Porque Mary Santpere era muy alta, 1,72, rubia con unos enormes ojos verdes, dotada de una innata verborrea y enorme sonrisa que cautivaba al público. Con la guerra civil, vino la ruina y Mary trabajó cosiendo vestidos para la compañía teatral de su padre y haciendo sombreros (barrets), hasta que el amigo de la infancia de su padre, «Iquino» –quien años después sería uno de los más reputados directores de cine español– le dio una oportunidad para demostrar sus dotes artísticas en una película.

En 1940 se casó con el amor de su vida, Francesc Pigrau, un empresario barcelonés, que había luchado en el bando «nacional», enrolado en el «Terç de Requetés de Nostra Senyora de Montserrat»; los carlistas catalanes que huyeron de la persecución republicana de la Catalunya de Companys, que fueron masacrados en la batalla del Ebro e ignorados por el régimen por «catalanistas».

Inclasificable como artista, se incorporó en el elenco artístico del teatro Talía y Borras, actuó con su amigo José Sazatornil interpretando taquilleras películas como «Mis Cuplé», «Detective con faldas», «Bruja más que bruja», «El vicari d’Olot» o «Patrimonio nacional», grabó 7 discos y lo compaginó con una exitosa actividad en la revista musical hasta 1984 de la mano del empresario Joaquim Gasa, consiguiendo revitalizar el paralelo de Barcelona, con los espectáculos «Te espero en el Cómico»; «Esta noche no me acuesto», acompañada siempre del mejor plantel artístico de la ciudad condal como Carmen de Lirio o Antonio Amaya. Actuó en numerosos actos benéficos, en plazas de toros, salas de fiesta, en la radio, en el cine; y falleció el 23 de septiembre de 1992 durante un vuelo a Madrid cuando iba a firmar un contrato para actuar en la televisiva serie «Farmacia de Guardia».

Fue una catalana que siempre manifestó su amor a España. Como siempre hemos hecho los catalanes. Hoy, su memoria es borrada de los libros por lo que algunos llaman «memoria histórica». El amor de su vida era un «fascista».