Opinión
Sociedades científicas para una solución
Podría parecer de sentido común que las decisiones en salud estén apoyadas en criterios científicos y técnicos; y podríamos creer que la responsabilidad que las administraciones adquieren con los ciudadanos y su salud deberían estar por encima de todo. Por otro lado, sería lógico pensar que las sociedades científicas, que agrupan a los profesionales de especialidades médicas reconocidas, serían el mejor partner, el compañero de viaje de esas administraciones con un objetivo común: la salud de sus ciudadanos. Pues bien, asistimos, no sin sorpresa, a fórmulas de actuación apresurada, con escaso cariz científico y más propias de despachos y oficinas que de consenso entre técnicos y científicos.
Durante la pandemia, las sociedades científico médicas han elaborado y difundido 103 informes de posicionamiento de carácter institucional, más de 350 documentos técnicos con recomendaciones para profesionales y servicios clínicos, más de 125 documentos informativos para pacientes y más de 200 webinars, jornadas y acciones formativas relacionadas con la Covid. Un trabajo ingente que desde la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas, hemos analizado y que arroja un dato poco alentador: solo el 35% de las sociedades científicas ha trabajado con las administraciones.
Contamos con expertos que pueden contribuir en las distintas áreas y estamos más que dispuestos a asumir el reto de mejorar el funcionamiento del sistema de salud y acelerar los cambios para una mejor respuesta a la covid. Por ello, consideramos necesario que se cuente de forma proactiva con el criterio profesional, promoviendo grupos de trabajo y herramientas de organización interna, entre otros aspectos. Señores políticos, estamos a su disposición.
FACME, como voz conjunta de todas las sociedades científicas, se ofrece como interlocutor con las administraciones públicas y de otros agentes del sector en la planificación y la gobernanza para que las decisiones se basen en criterios científicos; creemos firmemente que es necesaria la creación de estructuras estables entre la administración y FACME y el trabajo colaborativo con las asociaciones de pacientes; y ayudaremos para promover la adaptación de los programas de formación sanitaria especializada de acuerdo con las necesidades generadas por la pandemia. Esta es nuestra aportación de valor. Pero tienen que contar con nosotros.
Para materializar nuestro ofrecimiento hemos creado un consejo asesor con las especialidades médicas que permitirá, por un lado, dar una respuesta ágil a preguntas que planteen las administraciones y que requieran de rapidez para la toma de decisiones. Pero, también, porque puede ser el vehículo de las sociedades científicas para la transmisión de propuestas a las administraciones. Contamos con grupos de trabajo dentro del consejo, en los cuales diferentes especialistas aportan su conocimiento y su experiencia y así, por ejemplo, hay de transformación digital del sistema sanitario, mantenimiento de la atención médica no Covid, de vacunación o de actividades sociosanitarias, entre otros. Este comité nace para dar respuesta a los retos de la pandemia y para consolidarse como herramienta de interacción con las administraciones.
Nuestro posicionamiento es claro: las sociedades científicas han hecho un ingente esfuerzo durante la pandemia y a pesar de que es en estas donde descansa el conocimiento científico técnico, su participación en la toma de decisiones en una situación sanitaria tan grave ha sido escasa, por lo que hay un importante margen de mejora. Con todo, tenemos la confianza de que las administraciones serán receptivas y sabrán sacar partido de este ofrecimiento tanto para los pacientes y ciudadanos como para los propios profesionales y el sistema sanitario. Una vez más, la profesión se compromete con procurar un mejor sistema sanitario y una asistencia coordinada y de calidad. Es responsabilidad de todos.
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