Opinión

Libertad, más y menos

El último Índice de Libertad Humana, que agrega libertades personales, civiles y económicas, dice que los países más libres son: Hong Kong, Suiza, Finlandia, Dinamarca, Nueva Zelanda, Canadá, Australia, Irlanda, Reino Unido y Suecia. España está en el numero 37, entre Chipre y Hungría. Para que nos demos una idea, y por comparar, Portugal está en el 25; Chile en el 18; y Austria en el 12. Son más libres que nosotros Chequia, Estonia, Lituania, Polonia, Japón, Lituania, Eslovaquia, Francia, Uruguay, Italia, y Rumanía. En el otro extremo de una lista de 152 países, los diez menos libres son: Chad, Venezuela, Etiopía, Argelia, República Centroafricana, Yemen, Zimbabue, Myanmar, República Democrática del Congo e Irán.
Si buscamos un indicador exclusivamente económico, el Informe sobre Libertad Económica en el Mundo revela que los diez países más libres son: Hong Kong, Singapur, Nueva Zelanda, Suiza, EE UU, Irlanda, Reino Unido, Canadá, Australia, Islas Mauricio y Malta. España está aquí en el número 36, entre Suecia y Bulgaria. Llaman la atención algunos países económicamente más libres que nosotros, como Georgia (en el puesto número 12), Chile (13), Albania (30), y Guatemala (34). También son económicamente más libres que España los siguientes: Armenia, Rumania, Chipre, la República Checa y los tres países bálticos. Una primera observación que cabe formular ante ambas listas es que quienes despotrican contra el liberalismo o el «neoliberalismo», atribuyéndoles toda suerte de calamidades, claramente no tienen razón. Existe, efectivamente, una relación sólida entre libertad económica y libertad política; y aún más patente entre libertad económica y prosperidad de los ciudadanos. Los países que son o fueron admirados por los ultras de la izquierda, como Venezuela, no solo figuran entre los que son menos libres sino también entre los que son más pobres.
Una segunda observación tiene que ver con las diferencias entre las listas, donde destaca el papel de los países nórdicos, porque tres de ellos (Finlandia, Dinamarca y Suecia) figuran entre los diez primeros si sumamos todas las libertades, pero ninguno aparece entre las diez naciones económicamente más libres. La explicación, por supuesto, estriba en el tamaño de sus Estados y el peso de sus impuestos, que registran niveles elevados, aunque hayan bajado en las últimas décadas. Por fin, nótese que esos Estados voluminosos pueden tener al mismo tiempo mercados más abiertos que los nuestros en España.