Política

Periodismo «feminista»

Caemos en la cuenta de que el «periodismo feminista» pasa por la vida y milagros de quienes moran en la «isla de los famosos»

El tema se ha colado entre los destacados de la semana y tal vez sea para hacérnoslo mirar. Confieso que no paraba de frotarme los ojos al contemplar un teletipo de agencia en el que leía «el PSOE apoya a Rocío Carrasco…con la palabra de las mujeres vale». No tardé mucho en comprobar que la información no estaba ni mucho menos mal titulada, sencillamente reflejaba fielmente la noticia, aunque sí me demoré un poco más en reparar en un «tuit» de la ministra de Igualdad destacando «la importancia del periodismo feminista» a propósito de las declaraciones en un reportaje televisivo de la hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco, ambos ya desaparecidos tras dejar un más que admirable legado en lo que les hizo famosos, su actividad profesional.

Que la causa de las mujeres de todo el mundo por conseguir una igualdad total y absoluta con los hombres negada durante milenios es una de las más justas luchas de la humanidad resulta tan evidente como algunas de las más obscenas tropelías que, en nombre de dicha causa, ponen en cuestión a la esencia misma de los derechos de «todos» los humanos y por ende a esa lucha, necesitada de todo menos de falsos y falsas profetas, más inclinados al oportunismo y al rédito político del corto plazo, que a la consecución de una sociedad sin violencias como la de género y en la que sigan imperando valores esenciales como el de la presunción de inocencia. Algunos pensábamos hasta ahora que episodios puntuales como el de la exitosa entrevista televisiva a la hija de Rocío y Pedro, desvelando interioridades de su vida privada que en parte ya solventadas en los tribunales, pertenecían al elenco de las discutibles pero muy respetables practicas de determinados medios de comunicación –cada cual se gana sus habichuelas como mejor puede–, pero la entrada en tromba de destacados dirigentes políticos y siglas de partidos terciando en una polémica centrada en personajes a los que especialmente se conoce por su «caché» económico a la hora de desnudar su vida en un plató, ha dado otra vuelta de tuerca a la desfachatez de quienes desde la política no dudan en plena crisis sanitaria y económica en subirse a la ola de un share televisivo. Ahora caemos en la cuenta de que el «periodismo feminista» pasa por la vida y milagros de quienes moran en la «isla de los famosos». Este es el nivel…acabáramos.