Opinión

Zoe Valdés: Cuba no tuvo y no tiene miedo

“La gente sufre la hambruna de la pandemia y por encima de todo la falta de libertad”

Zoé Valdés

Hoy una periodista suiza me preguntó: «¿Estamos asistiendo a los inicios de una nueva revolución cubana?». A lo que respondí de inmediato: «No me gusta la palabra revolución como se entiende en Europa, porque tiene una connotación romántica y a la vez violenta que siempre me ha sido insoportable. Lo que está pasando en Cuba es muy diferente. Éste es un importante movimiento pacífico y digno que pide libertad, que nos dice que Cuba llora, que Cuba sufre.

Desde hace seis décadas nuestro país no funciona como un gobierno, sino como una tiranía que masacra a la gente en los paredones de fusilamiento y en las calles y donde las generaciones más jóvenes ya están exhaustas, nacieron exhaustas. ’'El hombre nuevo’' descrito por el Che Guevara se rebela hoy contra la violencia de un régimen, pero también contra la indiferencia y el olvido».

Ella continuó, insistente: «Esta ira, ¿por qué estalla en este preciso momento?». Dudé. ¿Estalla ahora o ha estado estallando siempre, de mucho y de a poco, y ahora es que lentamente el mundo comienza a oírnos? La ira, esta vez, empezó en el pueblo de San Antonio de los Baños, donde la gente pasa hambre y no podía, no pueden, salir debido a las restricciones y el control policial, y de la pandemia del PCCH, a forrajear en el mercado negro algo que comer.

La gente empezó a morir de hambre y por enfermedad, en las calles, en los pasillos y en las escaleras de los hospitales. Al mismo tiempo, el país se ha mantenido muy abierto al turismo ruso, lo que ha provocado la aparición de la variante Delta y un aumento letal de las infecciones.

La gente sufre de la hambruna de la pandemia y, por encima de todo, de la falta de libertad. La situación es catastrófica en los hospitales, que carecen de fondos gubernamentales y donde la gente muere por doquier. El «NO presidente» puesto a dedo justifica esta crisis con el embargo impuesto por Estados Unidos, lo que no tiene nada que ver. Como recordatorio, la primera entrada de dinero para Cuba está ligada al exilio desde Estados Unidos. Además, Cuba sabe muy bien cómo negociar con otros países como Francia, Suiza, México, Canadá, y el resto del mundo.

¿Qué esperan realmente los cubanos? Libertad de inmediato, este pueblo se la merece desde hace mucho tiempo. Hemos estado muy solos y olvidados, seguimos estándolo. Cuba fue, y pudiera volver a ser, una gran nación. En 1957, el país era la tercera economía más grande y fuerte de la región. Era un país en vías de desarrollo y no subdesarrollado –gran diferencia–, con muchas posibilidades, donde la gente se ganaba la vida con su trabajo y no malamente con la prostitución o la esclavitud.

Hoy, los europeos tardan en denunciar el trabajo precario impuesto a los cubanos, el abuso, pero también son responsables, sobre todo cuando utilizan mano de obra cubana con fines turísticos y empresariales pagando muy poco a los cubanos y grandes sumas al régimen que los explota. Debemos ser muy conscientes de ello. Vuelve a preguntar por las reacciones de los gobiernos.

Vladimir Putin apoya y apoyó al régimen, como no podía ser de otra manera, su historial personal lo describe. El presidente fraudulento estadounidense Joe Biden sugirió dulcemente «al régimen cubano a escuchar a su pueblo» y su «vibrante llamado a la libertad», ¿cómo analizar sus palabras? Me parece que es lo menos que puede hacer como presidente de Estados Unidos, expresarse; desde la época de Gerardo Machado los gobiernos norteamericanos sucesivamente son bastante culpables de cada uno de los descalabros de mi país.

Esos diversos gobiernos estadounidenses también tienen su parte de responsabilidad. Han cerrado los ojos durante mucho tiempo frente a terrible situación cubana, además de haberla provocado. Trump al menos hizo declaraciones justas, fuertes. Bajo Trump probablemente esta situación de revueltas hubiera acabado en dos horas. Aunque también es verdad que durante su mandato no llegó a hacer lo que debía hacer: sacar a estos delincuentes con drones del poder.

¿Cómo vivo esta movilización en tanto que cubana exiliada? Es un cúmulo de emociones y de ideas. Si pudiera entrar en territorio cubano estaría allí, pero estos miserables que ahora mismo está matando a los jóvenes cubanos y disparándole a las mujeres me tratan de enemiga como a la gran mayoría del exilio. No me permiten ni siquiera actualizar mi pasaporte, no me dejan regresar a mi país. Es difícil decirlo en pocas palabras, pero solo puedo apoyar con todas mis fuerzas y mi alma este fervor que va en dirección de la libertad.