Opinión

«Feminista y Nigeriano»

«Hay que proteger la madre Tierra, y el animal a descartar es el racional»

La dictadura de la corrección política unida al lenguaje inclusivo sometido a la ideología de género, está convirtiendo la vida social en algo rayano a la estulticia generalizada. El último episodio derivado de esto es el protagonizado por la alcaldesa de Gijón, que ha decidido prohibir las corridas de toros en la plaza tras una polémica absurda por haberse lidiado sendos astados con nombres tan «incorrectos» como «Feminista» y «Nigeriano».

Vaya por delante que no soy aficionado a los toros, pero respeto que otros muchos lo sean, obviamente y ante todo, respecto su libertad. Asimismo, reconozco dos realidades para mí evidentes: una, que en la Fiesta se concentra buena parte de nuestro arte, cultura y tradición hispánica; y otra que, sin ella, el toro bravo dejaría de existir. Entiendo y respeto que por razones de sensibilidad hacia el sufrimiento animal, en estos tiempos haya detractores de su vigencia. Pero resulta absolutamente estúpido prohibir las corridas por razones como la invocada.

A este paso nos van a imponer a todos ser veganos, y convertir a las ovejas, corderos, vacas, terneras, cerdos… en animales de zoológico. Eso de momento porque, en su lógica, estos parques también deben desaparecer. En su idílico mundo, el hábitat humano queda sometido al hábitat del reino animal, lo que favorece las políticas maltusianas para contener la superpoblación. Hay que proteger la madre Tierra, y el animal a descartar es el racional.

En fin, ganaderos: bauticen las reses como «Machista», «Heteropatriarcal» o «Fascista» Así, no habrá problemas.