Andorra

Sin problemas en Andorra, crecientes en Gibraltar

No parece haber problema, pues, con Andorra; mas, al mismo tiempo, para la UE, y, concretamente, para España, surge la cuestión de Gibraltar, si no atinamos a participar en el debate del Brexit

Existían, en España, dos puntos fronterizos que complicaban la vida española, como consecuencia de la política económica proteccionista practicada, con enorme fuerza, desde 1870. Estos eran, en el norte, el Principado de Andorra; y en el Sur, la colonia inglesa de Gibraltar. Por lo que se refiere al caso de Andorra, la cuestión fue señalada perfectamente en el libro de Salvador Llobet, El medio y la vida en Andorra. Estudio geográfico (Barcelona, 1947). El análisis que hace Llobet de la historia y la realidad andorrana, desde el punto de vista del impacto sobre nuestra economía, se relaciona con que, en la vida de Andorra, existe una gran extensión de terrenos, donde predomina –salvo los prados de regadío–, una propiedad colectiva (pág. 101). Simultáneamente, apareció, con la llegada del tabaco y la existencia de monopolios de venta, unidos a planteamientos de la Hacienda –concretamente de la española–, el contrabando, realmente facilitado por cierta tolerancia francesa y española. Y, poco a poco, el tráfico de ese contrabando hacia España, se incrementó. En esta obra se destaca cómo, desde principios del siglo XVIII, formalizaron varias reclamaciones los gobiernos de Francia y España, relativas a la introducción del tabaco en los países respectivos. El obispo de la Seo de Urgel –que sabemos era copríncipe de Andorra– prohibió este cultivo; pero una pequeña insurrección impidió que, de momento, se cumpliera la orden, y «en 1735, se exterminaron las plantas de esta especie y se dictaron dos condenas a prisión. Pero todo ello, no fue más que un disimulo formal; en realidad, el contrabando (pasó a ser en Andorra) … una noble profesión perfectamente tolerada, como el estraperlo o el mercado negro en España o en Francia». Cabría señalar –aunque no coincida siempre–, que «el contrabandista no es el que transporta a hombros la mercancía, a través de la montaña, ya que, a menudo, esa persona simplemente acarrea por cuenta y riesgo de un especulador, que le paga su trabajo» (pág. 215).

Pero he aquí que, como consecuencia de la creación de la nueva situación económica europea, la crisis generada por el contrabando pasó a tener una importancia muy reducida. Surgió la posibilidad de crear allí un foco creciente y perturbador, tanto para España como para Francia, a causa de cuestiones relacionadas con la libertad financiera. Por ejemplo, recientemente, en la prensa española, se habló de la posibilidad de refugio, en Instituciones bancarias andorranas, de fondos relacionados con personas ligadas, de variada manera, a la línea separatista catalana. Pero eso ha experimentado una alteración fundamental, expuesta por el Dr. Juli Minoves Triquell en su trabajo valiosísimo: Andorra, Estado de Europa (Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, Barcelona, 2022). Vemos en él, de qué manera los dirigentes políticos de Andorra consiguieron integrar al Principado en la estructura europea actual, durante las últimas tres décadas: «En paralelo a la evolución de su entorno europeo, con la entrada de España en el Mercado Común, la ampliación de la UE, y la crisis económica del 2008, se ha tejido una relación cada vez más intensa, entrelazando la economía andorrana con la de la UE», lo cual alejó a Andorra de la posibilidad de crear un paraíso fiscal y financiero en su propia organización crediticia; es la situación de un Liechtenstein o, incluso, de un Luxemburgo. Automáticamente, se ha esfumado esa situación de paraíso financiero, lo que mucho satisface a España y que, en esta obra de Minoves Triquell, se analiza a la perfección.

No parece haber problema, pues, con Andorra; mas, al mismo tiempo, para la UE, y, concretamente, para España, surge la cuestión de Gibraltar, si no atinamos a participar en el debate del Brexit. En ese sentido, se han publicado en LA RAZON, el 17 de julio de 2022, dos excelentes artículos: uno de ellos, de Susana Campo, quien destaca la reciente visita del ministro Principal de Gibraltar, Fabián Picardo, a Madrid, con conversaciones que «no se centraron en la soberanía, sino en avanzar en el establecimiento de una zona de prosperidad conjunta entre el Peñón y el Campo de Gibraltar». El ambiente no es precisamente favorable y Susana Campo destaca que «de hecho, los trabajadores y empresarios de la zona aseguran … que están muy preocupados». El otro autor, José A. de Yturriaga, destacaba que «el Gobierno español, en vez de aprovechar una coyuntura favorable para presionar a un municipio español de 30.000 habitantes que se resisten a reintegrarse en la nación a la que geográfica, histórica y políticamente pertenecen …, ha acudido raudo a salvar los intereses del pueblo gibraltareño y a conceder, gratis et amore, un status privilegiado dentro del espacio Schengen, que no le corresponde». ¿Se contempla otra cosa que problemas crecientes y muy serios en Gibraltar?