PSOE

Las leyes ideológicas del PSOE

«Los votantes esperan que el PP haya aprendido la lección y que Feijóo actúe nada más llegar al poder»

Un importante dirigente socialista me dijo en cierta ocasión que no perdiera el tiempo defendiendo al PP, porque cuando estaba en el poder no cambiaba las leyes ideológicas que habían aprobado. No le faltaba razón. En ese momento reflexioné sobre los gobiernos de Aznar y Rajoy, donde se preocuparon sobre todo de los temas económicos, pero mostraron el tradicional complejo del centro derecha. Es cierto que el primero intentó aprobar algunas normas en la buena dirección en su segundo mandato, pero Zapatero las derogó o sustituyó nada más alcanzar el poder. En el caso del segundo, actuó en este terreno, desgraciadamente, con indolencia, porque la prioridad era afrontar la crisis económica. Fue el resultado de una concepción tecnocrática de entender el ejercicio del gobierno. Uno de los casos más lacerantes fue la disparatada ley de memoria histórica, que la dejó sin dotación presupuestaria. Un grave error en un jurista, porque la izquierda fanática y resentida, que en su seno cuenta con hijos de franquistas, no tardó en activarla.

Por supuesto, no se hizo nada con la ley electoral y la gestión de la crisis provocada por los independentistas fue desastrosa. Afortunadamente, el Supremo condenó a los sediciosos, aunque luego fueron indultados. Ayuso estuvo muy acertada este domingo en la entrevista que le hizo mi compañera Carmen Morodo al afirmar que «cuando lleguemos a La Moncloa tenemos que derogar todas las leyes ideológicas del PSOE». El gobernar no se reduce a ser un buen tecnócrata, porque los votantes depositan su confianza en un partido para que haga política y aplique su programa electoral. A la ideología socialista-comunismo hay que anteponer el auténtico progresismo que es el centro derecha, que trae crecimiento económico e igualdad social. Un país no puede avanzar desde el fanatismo y la crispación tal como le gusta a la izquierda política y mediática en su intento de perpetuarse en el poder. Los votantes esperan que el PP haya aprendido la lección y que Feijóo desmonte las leyes ideológicas nada más llegar al poder. La obsesión por controlar el Tribunal Constitucional y colocar a magistrados afines, como ha sucedido con la Fiscalía General del Estado, busca consolidar ese proceso populista de adoctrinamiento social. Las leyes y su interpretación son claves para el PSOE y sus aliados comunistas, antisistema, independentistas y bilduetarras.