Opinión

La guerra de los tiesos

Si nota que la cartera cada vez le pesa menos y que por mucho que trabaje no consigue salir del pozo no se preocupe que no es culpa del horóscopo ni de que le hayan lanzado una maldición. Le pasa porque usted es «rico», aunque no tenía ni idea de que lo era hasta que la ministra Montero le puso el puñal en el pecho para quitarle el dinerito. Porque ya está bien de vivir como lo hace, que hay una España descamisada, sus víctimas, que tienen el derecho a quedarse con su pasta, que para eso son los «pobresitos». Las cuentas de Pedro Sánchez así lo dictan y tendrá que aguantarse por mucho que el Banco de España pusiera el semáforo en rojo, porque de esos 269.000 millones en impuestos y cotizaciones que nos van a birlar una parte le corresponde por pertenecer a ese exclusivo club, flexible y diluido, que se llama clases media, que es de donde se nutrirá la traca final del presidente para vender una política social de lujo sin tener un chavo propio. Ahora todo va de ricos y de pobres, la nueva expresión de las dos Españas, y según donde te toque, te meten la mano hasta para pagar la guerra de Putin. No se preocupe que de momento no le tocará ir a la trinchera, tranquilo, pero más de una bala la sufragará con su fortuna. Estaría bien que como en la II Guerra Mundial le pusieran mensajes a las bombas que tiran los ucranianos. Cuando le den el pepinazo a la que me toca apoquinar me gustaría que pusiera: «¿Me hace un recibito?», y así lo presento en junio cuando me llamen a filas en Hacienda para darme el último mamporro fiscal. Con estas, si todo sigue así en unos meses ya no habrá «ricos» a los que exprimir con lo que me consuela que al menos tendrán menos armas para matarse en Ucrania y habremos contribuido a la paz mundial viviendo en la Arcadia igualitaria de los tiesos/tiesas de España.