Opinión

Las primarias las carga el diablo

¡Cada día que pasa, Yolanda Díaz pierde enteros para ser, finalmente, la designada como candidata. Ir a las elecciones sin Podemos es un suicidio porque el partido morado ha conseguido fidelizar a buena parte de los suyos, pero cada día cobra más fuerza de que Irene Montero sea la cabeza electoral.

Iglesias y ha demostrado a lo largo de su trayectoria que es más efectivo liquidando rivales internos que venciendo a los adversarios de fuera. Además, no perdona a los que se han enfrentado a él.

En el momento que Yolanda Díaz empezó a desmarcarse de las instrucciones del binomio Iglesias-Belarra, empezaron sus desgracias, siendo la gota que colmó el vaso sus acercamientos a Errejón, el personaje más odiado por el ex líder podemista.

Contra toda lógica, dada la controvertida gestión al frente de su ministerio, ha empezado a coger fuerza la idea de que Irene Montero será la candidata de los morados. Las expectativas electorales de todo el bloque situado a la izquierda del PSOE se van por el desagüe, pero las motivaciones internas d ellos partidos siempre terminan por imponerse.

En España se ha producido en los últimos tiempos una perversa degradación de la política. La primera norma escrita que se rompió fue gobernar sin ser la fuerza más votada en las urnas, la segunda dar papel protagonista de la gobernabilidad a los separatistas.

A partir de ahí, toda una cascada de dislates: las decisiones sobre el Código Penal las toman los independentistas que lo infringen acomodándolo a sus necesidades particulares, Otegui llama a una movilización contra la Constitución al tiempo en que se convierte en socio preferente del Gobierno, Marlaska, asediado contra las cuerdas por la investigación sobre Melilla, recibe la confianza de Sánchez e Irene Montero, después de su lamentable error en la ley del Sí es Sí, por insolvencia y falta de capacidad para gestionar no por voluntad de errar, puede salir reforzada en su organización.

Se han roto los principios de contradicción y las líneas rojas y no parece que haya límites ni coste, pero eso es solo apariencia. Se está macerando lentamente un gran malestar en la sociedad española que puede ser letal para la socialdemocracia.

Lamban, se ha pronunciado sobre las profundas discrepancias ideológicas que le separan de Sánchez. Ese es el pensamiento del grueso de la izquierda política y social. Las primarias dejaron de ser un instrumento democrático de elección para convertirse en la justificación del despotismo.