Opinión
La sagacidad de los millonarios socialistas
«Sánchez debería guardarse las espaldas. No hay fidelidad menos fiable que la de esos mercenarios de la pluma y de las ondas»
La maquinaria de propaganda gubernamental trabaja sin descanso. Hay que reconocerlo. Es lógico. Estamos a pocos meses de las elecciones y hay que echar el resto. Cuando Casado presidía el PP, la izquierda política y mediática utilizaba al barón gallego como el ejemplo que debía seguir. En las tertulias y los artículos se glosaba su prudencia y eficacia. Al producirse la sustitución cambió la estrategia, como era previsible, y no tardó en convertirse en el enemigo a batir, porque no era sumiso con el inquilino de La Moncloa. La cuestión es que debía ser un buen sirviente, como los fieles mayordomos de las mansiones británicas. Me temo que se olvidaron de enviarle un manual de instrucciones. Por ello, hace días que escuchamos o leemos que el efecto Feijóo ha desaparecido y que no conseguirá la mayoría absoluta con Vox. Esto se complementa con sesudos análisis de por qué Sánchez consigue ganar a pesar de los indultos, la sedición, la malversación, el fracaso de la ley del sólo sí es sí, sus alianzas con los filoetarras, los independentistas y los podemitas, los problemas energéticos, la inflación… No hay nada que sea capaz de desgastar al nuevo Supermán de la izquierda mundial.
Con tanto hooligan que antes lo era de Susana Díaz, debería guardarse las espaldas. No hay fidelidad menos fiable que la de esos mercenarios de la pluma, las ondas o la empresa. He de reconocer que el relato, ese concepto que tanto gusta a los pijoprogres, me hacía dudar hasta que leí el titular del diario controlado por los millonarios socialistas Oughourlian y Barroso. No hay duda de que era un claro mensaje y la confirmación de que las cosas no van bien en el metaverso diseñado por el camarada Barroso. Por supuesto, esa idea de que «La división a la izquierda del PSOE acercaría el triunfo del PP», acompañado por un clarificador editorial, y el altavoz de su radio hermana, me hizo caer del caballo como San Pablo. Con la consiguiente bendición por Yolanda Díaz, en la apuesta monclovita para liderar la izquierda radical se puntualizaba que una candidatura unida a su alrededor permitiría alcanzar los 57 escaños y reeditar la coalición. Hay que reconocer la sagacidad de Oughourlian y Barroso, porque provocan el sobresalto, pero luego ofrecen la esperanza de la redención.
Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).
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