Política

A ERC le ha tocado el gordo

«Es el día de la infamia por la victoria del independentismo, que ha conseguido imponer su agenda»

No me ha tocado la lotería. Tampoco lo esperaba. Es un ritual que todos cumplimos cada año, aunque con un éxito muy limitado salvo para Hacienda. Es la única que siempre gana. Al fin y al cabo, desde el nacimiento de la lotería hasta nuestros días su objetivo es aligerar nuestros bolsillos para que los políticos manirrotos puedan despilfarrar los recursos públicos con absoluta desfachatez. Hacienda se forra con la parte que le corresponde y el porcentaje que se queda de la parte no exenta de los premios. Un negocio redondo. He pensado siempre que es una brillante estafa piramidal, un perfeccionado esquema Ponzi, que todos aplaudimos con gran fervor. Todo legal. No hay riesgo de que nadie acabe como Bernard Madoff. La parte entrañable es la escasa gente a la que le toca. Es agradable ver sus caras de alegría o escuchar sus historias. Hay gente necesitada que recibe una justa recompensa. Esta cara positiva de la jornada lotera tuvo también la alegría de socialistas, comunistas, filoetarras, independentistas y antisistema por los textos que se aprobaron en el Congreso y el Senado. Los radicales consideran que ha sido un día glorioso. Tras la chapuza de la ley del solo sí es sí, que beneficia a violadores y acosadores sexuales, desgraciadamente es un dato objetivo, ahora se ha cumplido el trámite de la «ley trans» en el Congreso que se vende como un gran avance cuando es otro de los despropósitos de las leyes de adoctrinamiento social de la izquierda. En este terreno me considero liberal y lo he demostrado siempre, pero se está sustituyendo un lamentable integrismo por uno nuevo no menos pernicioso. Esta legislatura pasará a la Historia por un frentismo y radicalismo que busca dividir a la sociedad por intereses estrictamente partidistas. Otro hito de este día aciago es la desaparición del delito de sedición y el escandaloso abaratamiento de la malversación para favorecer a los políticos corruptos. La corrupción económica es tan repugnante como la política. Este jueves es el día de la infamia por la victoria del independentismo, que ha conseguido imponer su agenda. El debilitar la defensa de la Constitución y ceder ante Junqueras es un grave error político. No hay duda de que a ERC le ha tocado el gordo.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).