Opinión

El camino de espinas de Feijóo

La política es un juego de estrategia en el que dar la vuelta a una situación depende de la destreza de los participantes. En el incendio que ha provocado el protocolo en materia de aborto que pone en marcha el gobierno de Castilla y León está por verse quien sale peor parado.

Con el anuncio del vicepresidente de la Junta, la controversia estaba servida. Los colectivos sanitarios reaccionaron rápidamente y el gobierno central anunció su intención de dejar sin efecto todo lo que fuese contrario a la ley vigente.

El asunto perjudicaba al PP en dos flancos: la medida le escora a la derecha ante el electorado y proyecta la sensación de estar secuestrado por Vox. A unos meses de las elecciones este tipo de decisiones pueden alejar al electorado más centrista.

Feijóo es consciente de lo que se juega y la respuesta ha sido ordenar a Mañueco la desautorización de las declaraciones del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, que no ha especificado qué medidas va a mantener, pero si ha descartado las más controvertidas como el latido fetal, las ecografías 4D o el apoyo psicológico.

En definitiva, lo que ha intentado proyectar el Partido Popular es librarse de la carga que representa Vox, un pulso que ha librado Feijóo y que Abascal no ha aguantado. Varios dirigentes de Vox se han sucedido en las últimas horas para asegurar que su presencia en el gobierno regional de Castilla y León va a continuar manteniendo el pacto.

Génova estará midiendo demoscópicamente los efectos electorales, pero lo que es evidente es que ha minimizado daños en los dos aspectos que le preocupaban. Además, la dirección popular se ha afanado en contraponer su relación con Vox a la del PSOE con Podemos en un intento de mostrarse como partido menos prisionero de sus socios a la hora de tomar decisiones en los gobiernos de coalición.

Pero el asunto se cierra en falso. Abascal buscará la manera de devolver la pedrada, por lo que veremos más tensiones de este tipo y no solo en Castilla y León. A Feijóo le espera un camino de espinas porque está obligado a lograr la cuadratura del círculo que supone perfilarse como un moderado pero, al mismo tiempo, necesitar la alianza con Vox.

El PSOE, que parte en desventaja según todos los sondeos, está obligado a aprovechar todas las oportunidades. Ya veremos si es capaz.