Universidad

Subirats contra Ayuso

Ayuso se puede sentir muy orgullosa por el reconocimiento, pero, sobre todo, por los injustos ataques recibidos de un ministro cuya especialidad ha sido medrar en la política universitaria

Es triste que la Universidad no sea un espacio de libertad. Hace demasiado tiempo que la izquierda radical actúa con absoluta impunidad e intenta amedrentar a los que no coinciden con sus ideas. Unas veces lo consigue y otras fracasa. Es lo que sucedió este martes con el intento de algunos profesores y alumnos de reventar el nombramiento de Ayuso como «alumna ilustre» de la Complutense. Al margen de cualquier idea política, la realidad objetiva es que la presidenta madrileña merece esta consideración. No solo era ella, sino también otros periodistas como Antonio de la Torre, Miguel Trillo, Xurxo Torres, Almudena Ariza, Arturo Pérez Reverte, Ángel Expósito y Rafa Antón que estudiaron en la Facultad de Ciencias de la Información. Los argumentos esgrimidos por sus detractores eran tan inconsistentes como absurdos, pero numerosos estudiantes fueron el contrapunto ya que salieron en su defensa. Unas horas antes del acto, se concentraron los representantes de las asociaciones de estudiantes de la izquierda radical, así como miembros de «Yayoflautas por la libertad», «Plataforma por la Dignidad de las personas mayores en Residencias», «Contracorriente» y «Pan y Rosas». Sus nombres y su escasa representatividad lo dicen todo.

Es una minoría que grita mucho y trabaja poco. Es caldo de cultivo para las formaciones antisistema que están en contra de la libertad en la Universidad. Uno de sus objetivos es controlarla para que sea un instrumento político y condicionar el rectorado. Lo más increíble fue que el ministro de Universidades, Joan Subirats, apoyara el escrache contra Ayuso y le pareciera «muy mal» el nombramiento justificándolo con la mentira de que es «una persona que está degradando la universidad pública». Es una vergüenza que lo diga un ministro que además es catedrático. No me sorprende, porque le conozco muy bien. ¿Qué se puede esperar de alguien que antepone siempre el sectarismo? Ayuso se puede sentir muy orgullosa por el reconocimiento, pero, sobre todo, por los injustos ataques recibidos de un ministro cuya especialidad ha sido medrar en la política universitaria. Durante muchos años fui profesor de Derecho Constitucional en la UAB. Era el año 1995. Al llegar a la Facultad encontré las paredes de la entrada con carteles con mi cara, una diana y la frase «ETA apúntale y mátale». No recuerdo a Subirats y sus amigos defendiendo a un compañero.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).