Sin Perdón

Abascal y la jauría mediática de Vox

«No se puede hacer una crítica al partido o sus dirigentes sin que la jauría irrumpa en la red para insultar y señalar a los que osan opinar»

El líder de Vox tiene una trayectoria política encomiable como luchador por la democracia en el País Vasco. En un momento en que sus compañeros de partido eran asesinados por los amigos de Otegi, convertido ahora en socio preferente de Sánchez, se jugaba la vida defendiendo la libertad frente al totalitarismo. Los matones de la banda, encuadrados en sus organizaciones políticas, juveniles y sindicales, se dedicaban a amedrentar para impedir que las instituciones funcionaran con normalidad. Muchos vascos tuvieron que huir de su tierra porque el ambiente era insoportable. Abascal, su padre y el resto de su familia aguantaron asumiendo que en cualquier momento podían ser asesinados. Eran señalados y acosados, sus casas marcadas y sufrían insultos. No podían desarrollar su vida con normalidad. Por ello, no entiendo que permita, tras haber sufrido ese acoso brutal, que algunos energúmenos utilicen las siglas de Vox para hacer lo mismo desde las redes sociales. No se puede hacer una crítica al partido o sus dirigentes sin que la jauría irrumpa en la red para insultar y señalar a los que osan opinar.

Hace pocos días, uno de esos personajes menores que fracasaron en su vida profesional me atacaba con un odio que le define. Ni siquiera merece que le responda. Mi madre me aconsejaba que siguiera la máxima de que no hay mejor desprecio que no hacer aprecio. Por ello, siempre opto por despreciar a esa plebe vulgar que son los sans culottes de las redes sociales. Lo más oportuno es ignorarlos. No me importan los ataques y cuanto más zafios mejor, porque desmontan cualquier credibilidad que pudiera tener el que los lanza. En cambio, lo que me parece un grave error es que Abascal permita la existencia de una jauría que se comporta como hacían los amigos de Otegi en el País Vasco. Por supuesto, seguirán expresando su amargura, su mediocridad y su envidia en las redes sociales. Lo único es que no deberían hacerlo mancillando las siglas de un partido democrático y constitucionalista como es Vox. El matonismo en las redes de algunos de sus integrantes le desprestigia.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)