Y volvieron cantando

Bildu y la España desmemoriada

Ciertamente lo de Bildu es un escándalo, pero solo comparable a la amnesia propiciada por un blanqueo que dice muy poco en favor de la dignidad de algunos políticos

Cerca de cumplirse los doce años desde que ETA anunciara el cese de la violencia, el nivel de desconocimiento por parte de la población española menor de treinta y cinco años sobre lo que significó el terror de la banda haría pensar a cualquier observador externo en lo más parecido a un lavado de cerebro generacional. Está por ver si la polémica a propósito de la inclusión de etarras condenados por asesinato en las listas electorales de Bildu va a tener realmente una incidencia en el sentido del voto el próximo 28 de mayo, sobre todo en un país en el que los tsunamis cuando aparecen es sin avisar y llevándose por delante maquinarias de marketing dirigidas a irreales universos paralelos dejando en entredicho a los más conservadores vaticinios de la demoscopia. Aunque lo cierto es que eso de mantener acuerdos con quienes ya no matan o con quienes apoyaban a los que mataban, además de difícil de explicar, se ha colado de rondón, para mayor inri de los estrategas instalados en el núcleo duro de la Moncloa, en una campaña que ha visto ya como el viaje de Sánchez a la Casa Blanca perdía no poco brillo mediático ante la irrupción de lo que, no es precisamente un error de Bildu, sino toda una declaración de intenciones trufada de no pocas dosis de provocación.

El asunto de las listas de Bildu ya se ha convertido en el tábano que amenaza con aguar la fiesta diaria de anuncios en pabellones deportivos sobre lo que aprobara el siguiente consejo de ministros. Pero lo que escandaliza al común de los ciudadanos de bien de más de cuarenta años no está tan claro que afecte a los más jóvenes –igualmente gente de bien–, que ven en la actividad de la banda poco menos que una consecuencia más en el transito hacia esa democracia plena de la que ahora disfrutan sin preguntar. Más de la mitad de nuestros jóvenes no saben quién fue Miguel Ángel blanco, casi un 70 por ciento no han estudiado en colegio o universidad lo que significó la banda y, específicamente en el País Vasco, una inmensa mayoría de menores de 35 años pasa por alto la no condena del terrorismo. Ciertamente lo de Bildu es un escándalo, pero solo comparable a la amnesia propiciada por un blanqueo que dice muy poco en favor de la dignidad de algunos políticos.