Izquierda y Hayek

Eva Antón, filóloga y coautora de la Guía para un uso del lenguaje no sexista editada por Comisiones Obreras, afirmó en El País: "Hayek ya lo dijo muy bonito, que la lengua es lo más democrático que existe. Todos tenemos participación en ella. Está muy bien que la Academia ayude a regular, pero la Academia no crea la lengua, la crea la sociedad". Podría ser motivo de alegría para todos: ¡la izquierda buscando avales intelectuales en Hayek!

Pero no descorchemos aún las botellas. Lo que dijo doña Eva a continuación era profundamente antiliberal: "El argumento del paso del tiempo en materia de igualdad de oportunidades ya se ha visto que no es suficiente. Por eso se ha apostado por las estrategias de la acción positiva...Tenemos que cambiar todo. Tenemos que poner instrumentos para el cambio cultural. Y si no hay cambio en el lenguaje no habrá cambio cultural...si la Academia es monolítica en su enfoque, no lo es la comunidad universitaria...Recogemos lo que se habla y orientamos para el avance social de mujeres y hombres". Ahora sí se entiende: se empieza defendiendo la libertad, diciendo que la lengua es libre y la crea la sociedad, y acto seguido viene la cabriola de que hay que intervenir porque la sociedad no es igualitaria, etc. Es decir, cuando se habla de "la sociedad"nunca se habla de la gente, sino de la política. Difuminar sus límites es esencia del totalitarismo, que al final arrasa con la libertad en nombre de la libertad.