Tablet + teclado = Windows 8

Algo que ha quedado claro en la gran feria de la electrónica de consumo IFA de Berlín es que quienes crucificaron y enterraron a Windows y dijeron que no tenían hueco en dispositivos móviles se precipitaron en su juicio. El retraso y la falta de visión para entrar en el mercado de la telefonía móvil ha supuesto un handicap para la compañía de Bill Gates. El usuario corriente o es incondicional de la manzana o se ha acostumbrado a Android por su versatilidad y posibilidades. Vamos, que los cuadrados móviles que ha diseñado Microsoft para el sistema operativo no han tenido demasiada aceptación.

Pero todo eso cambiará si el gigante informático sabe aprovechar su oportunidad. Tal y cómo se ha visto en IFA, el producto de moda son las tabletas a las que se le inserta un teclado y se convierten en un delgado netbook o sería mejor decir ultrabook, de esos livianos y que por fin se arrancan al instante, en apenas unos segundos. Podemos usarlo en modo tablet cómodamente tumbados en el sofá y con su teclado cuando hay que redactar un informe de trabajo. Muchos fabricantes han lucido en la capital alemana sus propuestas en este campo y parece que el producto puede tener cabida en las compras de los adictos a los gadgets. Sony, presentó un elegante Vaio duo 11; Asus sus Vivo Tab y el Satellite U920t de Toshiba es un buen ejemplo, entre otros modelos. Todos prometen rendir bien, pero el elemento que une a todos estos híbridos entre tablet y portátil es su apuesta por Windows 8 como sistema operativo. La razón es clara. Hemos crecido con el sistema de las ventanas en nuestros PC de sobremesa y en los portátiles hasta la irrupción de los smartphones y las tabletas con Android.

Mientras fueron una herramienta de comunicación y ocio nadie echó de menos a Windows. Pero, ¿qué ocurre cuando ese combinado desmontable tiene una función profesional o -acompañado de su teclado- es la herramienta que proporciona la empresa a sus ejecutivos. Entonces necesitamos un entorno office, seguridad controlada por la empresa y compatibilidad plena con los equipos de sobremesa. Así que ésa es la rendija por la que se puede colar Windows 8 en los dispositivos portátiles y crecer exponencialmente. Cabe preguntarse si una vez que el sistema operativo conquistase las tableta podría expandirse también a los móviles. Habrá que verlo.